La guerra entre Israel y el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), desencadenada por la ofensiva lanzada el sábado por el grupo islamista, ha dejado hasta ahora 1.300 israelíes muertos y más de 3.000 heridos, según el último balance facilitado por las autoridades de Israel. El portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), Jonathan Conricus, ha indicado que Israel «está golpeando la Franja de Gaza con ataques aéreos» en respuesta a la ofensiva.
Así, ha dicho que se han alcanzado «cientos de objetivos» y ha apuntado a que «barrios enteros se han reducido a escombros». «Nuestro objetivo es acabar con las capacidades de Hamás. Nuestra intención es que Hamás carezca de habilidad de matar civiles israelíes cuando termine esta guerra y por ello estamos llevando a cabo tantos bombardeos», ha añadido. «Se ha puesto en marcha una respuesta masiva por parte del Estado israelí para identificar los cuerpos y entregarlos a sus familias», ha dicho.
«Nunca hemos tenido que lidiar con una situación como esta. Va a llevar días identificar todos los cuerpos israelíes que vamos recuperando de las comunidades en el sur. Una vez lo hagamos tendremos más información sobre los desaparecidos», ha afirmado. Sobre la situación en el «frente norte», ha calificado la situación de «estable», si bien ha aclarado que el Ejército se mantiene «vigilante», especialmente ante los movimientos del partido-milicia libanés Hezbolá.