La aeronave de la Guardia Costera japonesa que fue embestida este martes por un Boeing de Japan Airlines en el aeropuerto Haneda de Tokio carecía de permiso para despegar y no debía estar en la pista. Así se desprende de las primeras conclusiones extraídas de las comunicaciones y que parecen contradecir la versión inicial del piloto superviviente.
Cinco de los seis tripulantes de esta aeronave murieron por el impacto del avión de pasajeros, en el que viajaban unas 380 personas que pudieron ser rápidamente evacuadas. Las autoridades tratan ahora de determinar los motivos que llevaron a una de las tragedias aeroportuarias más graves de la historia reciente del país.
Por ello, la Junta de Seguridad en el Transporte ha comenzado a examinar ya los restos de la avioneta, mientras que la Policía está recogiendo también pistas en el lugar de los hechos.
Japan Airlines sostiene que su avión, procedente de Sapporo, procedió con el aterrizaje después de confirmar el procedimiento con la torre de control. La compañía asegura que este no tenía constancia de ningún contratiempo en pista, donde en realidad sí se encontraba una segunda aeronave de menor tamaño que había sido movilizada para las tareas de ayuda tras el terremoto que sacudió el país en Año Nuevo.
Dieron órdenes a la avioneta de moverse
Las conversaciones recuperadas tras el siniestro muestran también una orden de la torre de control para que la avioneta aguardase en un punto de espera, fuera de pista. La tripulación respondió afirmativamente a esta orden, aunque no está claro si la voz que figura en la grabación es la del único superviviente o la de su copiloto, que falleció víctima del siniestro.
«No había nada que pudiese entenderse como un permiso para entrar en la pista en la transcripción de las comunicaciones», ha explicado Toshiyuki Onuma, responsable de la autoridad de aviación civil, en una comparecencia ante los medios en la que también se ha admitido la discrepancia entre las diferentes versiones.
Las autoridades no descartan así que pueda haber otras interacciones o incluso que la tripulación hubiese podido malinterpretar las instrucciones, que sin embargo parecen claras. La última conversación tuvo lugar apenas dos minutos antes de que se produjese el impacto y el Ministerio de Transportes ha respaldado en todo momento la labor de los controladores.
El accidente obligó al cierre temporal de todas las pistas del aeropuerto, donde los servicios de emergencia actuaron inmediatamente para evacuar a todos los pasajeros del Boeing de Japan Airlines. Esta aerolínea ha cancelado además este miércoles otras 40 conexiones con el aeropuerto de Haneda, mientras que All Nippon Airways ha anulado en torno a 50 de sus vuelos.