La desaparición y muerte del joven israelí Benjamin Achimeir, de 14 años, ha desatado una ola de violencia de colonos israelíes contra varias poblaciones de Cisjordania que por el momento se han saldado con un palestino muerto y al menos 40 heridos.
Mientras, el Ejército israelí ha denunciado que ha sido asesinado en un ataque terrorista y comenzado una operación para detener a los autores del crimen.
Achimeir, natural de Jerusalén, salió a pastorear el viernes por la mañana desde una granja cercana a la zona de Malachei Ha'Shalom y fue dado por desaparecido a media tarde. Para entonces, colonos israelíes asaltaron las localidades cisjordanas de Al Mughayir y Abú Falá, en dos incursiones que se saldaron con un palestino muerto de un disparo y otros 30 heridos, entre ellos una decena por arma de fuego, y este mismo sábado han continuado los asaltos allí, que dejan por ahora seis heridos a tiros, uno de ellos en estado crítico.
Sobre los asaltos del viernes, el jefe del consejo local de Al Mughayir, Amin abú Alia, explicó a la cadena estadounidense CNN que entre 1.000 y 1.200 colonos rodearon ambas poblaciones y que cerca de 500 entraron directamente en la localidad de la que es responsable.
Los colonos, denuncian las autoridades, quemaron unas 40 viviendas y vehículos y, según Abú Alia, robaron incluso varias ovejas.
El Gobierno palestino confirmó ayer la muerte de una persona en Al Mughayir, identificada como Afif Abu Alia, de 25 años y familiar de Amin, muerto por un disparo en la cabeza efectuado por un colono, según las autoridades locales.
Tanto las autoridades de Ramala como Abú Alia denunciaron que los colonos actuaron con el absoluto beneplácito de las fuerzas del Ejército israelí en la zona, que en ningún momento hicieron nada para desactivar la situación.
Los consejos locales cisjordanos han confirmado ataques de colonos durante las últimas horas a varias poblaciones al norte y al noreste de Ramala, como Turmus Aya y Silwad, y otras localidades al norte y al sur de Nablús, Duma entre estas últimas, donde al menos cuatro palestinos han resultado heridos de bala.
El gobernador de Nablus, Ghassan Douglas, ha avisado en un comunicado que las zonas rurales de Nablus, especialmente las del sur, «están siendo testigos de agresiones y ataques de los colonialistas, cuya intensidad ha aumentado en las últimas horas», recoge la agencia oficial de noticias palestina Wafa. «Las fuerzas de ocupación están endureciendo sus medidas en los puestos de control militares diseminados alrededor de Nablus, además de los ataques colonialistas en las carreteras que conectan la gobernación con otras zonas», ha añadido.
Comités locales en Ramala y Al Biré han empezado a recomendar la necesidad de activar una suerte de «guardia popular» o «comité de protección», levantar barricadas en las entradas de las localidades adyacentes a las colonias, y «llamar a los pueblos vecinos de cualquier zona atacada para evitar nuevas masacres».