Ucrania ha agradecido en las últimas horas a España la llegada de más armamento para combatir la invasión rusa, que actualmente vive un repunte en la zona norte así como en las tradicionales áreas en tensión del sur y el este. En concreto el Ministerio de Defensa ucraniano ha celebrado la entrega del segundo lote de tanques Leopard, así como munición de artillería de 155 milímetros, misiles antiaéreos Patriot, sistemas antidrones, sistemas optrónicos de vigilancia y seguimiento y torretas.
Toda ayuda es poca para reforzar las posiciones defensivas ucranianas. Una muestra de ello es que más de tres mil presos comunes que cumplen condena en las cárceles han pedido ya unirse al Ejército de Ucrania y poder así salir de prisión antes de tiempo, según cifras presentadas por la viceministra de Justicia de Ucrania, Olena Visotska. Kiev calcula en unos 20.000 el número total de presos con derecho a alistarse al Ejército para reducir sus penas.
Las autoridades ucranianas estudian ahora las solicitudes de los solicitantes para determinar si cumplen los requisitos exigidos por la ley refrendada por el presidente, Volodímir Zelenski, la semana pasada que permite a ciertas categorías de presos alistarse al Ejército antes de acabar de cumplir condena. Según la ley, que había sido aprobada por el Parlamento, no pueden acogerse a esta posibilidad los condenados por violación, asesinatos múltiples, delitos contra la seguridad nacional o corrupción política. Ucrania busca de este modo reclutar al mayor número posible de nuevos soldados para seguir haciendo frente a un enemigo muy superior en cantidad de personal como es Rusia.
Mientras tanto las fuerzas rusas prosiguen su «avance en profundidad en líneas defensivas» ucranianas en la región nororiental de Járkov, según el parte de guerra emitido este martes por el Ministerio de Defensa de Rusia. «Las unidades de la agrupación Séver (Norte) continuaron su avance en profundidad en líneas defensivas enemigas», señala la nota castrense que agrega que en las últimas 24 horas las fuerzas rusas repelieron tres contraataques ucranianos en Járkov cerca de las localidades de Vovchansk y Starytsya, donde en los últimos días se han librado cruentos combates. Las pérdidas de Kiev en el frente de Járkov ascendieron en un día a 245 militares, dos tanques y dos blindados, según Defensa.
El presidente ruso, Vladímir Putin, aseguró el pasado viernes al término de su visita a China que el ejército ruso no tiene planes de tomar Járkov, la segunda ciudad ucraniana. Putin culpó a Kiev de la ofensiva rusa por seguir atacando con su artillería objetivos civiles en las regiones fronterizas rusas, especialmente en la región de Bélgorod, la más castigada. Por ese motivo, añadió que las tropas rusas están intentando crear un cinturón de seguridad, «una zona sanitaria», para proteger las regiones fronterizas. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, volvió a criticar hoy los ataques «inhumanos» de Kiev contra territorios fronterizos rusos, que prácticamente cada día causan víctimas mortales, y aseguró que la operación militar rusa continuará hasta alcanzar todos sus objetivos.