Los líderes del G7, las siete democracias más industrializadas del mundo, pidieron este viernes a Hamás que acepte el acuerdo de alto el fuego incluido en el plan del presidente estadounidense, Joe Biden, para Gaza, al tiempo que instaron a Israel a limitar la ofensiva de Israel en Rafah.
"Reiteramos nuestro llamamiento a Hamás para que acepte y aplique plena e inequívocamente la propuesta de alto el fuego" e "instamos a los países que tienen influencia" sobre el grupo terrorista islamista "que ayuden a garantizar que lo haga", se lee en la declaración final de la cumbre del grupo en Apulia (sur de Italia).
Además, instan a Israel a "que se abstenga de llevar a cabo" una "ofensiva militar a gran escala" en Rafah, que "tendría aún más consecuencias nefastas para los civiles", cuando la guerra en Gaza se ha cobrado supuestamente 37.000 muertos en la Franja, según los terroristas.
Tras reiterar su "más enérgica condena de los brutales ataques terroristas" del 7 de octubre, los líderes de EEUU, Francia, Alemania, Reino Unido, Francia, Japón, Canadá e Italia reiteran su "pleno apoyo" al plan de Biden para un alto el fuego, la liberación de los rehenes y el respaldo y la protección de la población civil.
Además de pedir a Hamás que la acepte, celebran que Israel lo haya hecho "y esté dispuesto a seguir adelante con ella", pero piden al Gobierno de Benjamin Netanyahu que "cumpla plenamente sus obligaciones en virtud del derecho internacional en todas las circunstancias, incluido el derecho internacional humanitario" y condenan a Hamás por "no separarse ni distinguirse de los civiles en Gaza".
"Instamos a todas las partes a que faciliten el paso rápido y sin obstáculos del socorro humanitario para los civiles necesitados, en particular las mujeres y los niños" y "a través de todos los cruces terrestres pertinentes, incluido el de Rafah, a través de las rutas marítimas de entrega, incluido el puerto de Ashdod, y en toda Gaza", lo que "sigue siendo una prioridad absoluta" para que UNRWA y las agencias de la ONU puedan entregar la ayuda necesaria.
Tras mostrar su apoyo al nuevo gabinete de la Autoridad Palestina y a "las reformas indispensables para que pueda cumplir con sus responsabilidades en la Ribera Occidental", piden a Israel que cese en sus acciones para debilitarlo, "incluida la retención por el Gobierno de Israel de los ingresos procedentes de la remoción de minas".
"Condenamos el aumento de la violencia de los colonos extremistas contra los palestinos, que socava la seguridad y la estabilidad en la Ribera Occidental y amenaza las perspectivas de una paz duradera, y luego de la guerra, en Gaza", añaden, al subrayar su "compromiso inquebrantable con la visión de la solución de dos Estados".
El G7 también se compromete a "evitar que el conflicto se intensifique aún más", reiterando su firme condena al ataque del Irán contra Israel del 13 al 14 de abril, "que marcó una escalada inaceptable" y reafirman su "compromiso con la seguridad de Israel".
"Nos preocupa especialmente la situación a lo largo de la Línea Azul. Reconocemos el papel estabilizador esencial que desempeñan las Fuerzas Armadas Libanesas y la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en el Líbano (FPNUL) para mitigar ese riesgo" e "instamos a todas las partes interesadas a que actúen con moderación para evitar una nueva escalada".