El primer ministro húngaro, Víktor Orbán, no ha escatimado críticas a la respuesta de la Unión Europea a Rusia tras la invasión de Ucrania decretada por Vladímir Putin en febrero de 2022. Ahora Orbán se encuentra en Kiev. El mandatario ha llegado a la capital ucraniana para encontrarse con el presidente Volodímir Zelenski, un trámite indicado después de que Hungría asumiera la presidencia rotatoria del Consejo de la UE. Se espera que ambos mantengan conversaciones sobre el futuro más inmediato de la guerra en el este del Viejo Continente.
Las cuestiones actuales de las relaciones húngaro-ucranianas tratan de apartar el foco de las críticas abiertas sobre la ayuda militar occidental a Zelenski. «El tema más importante de las conversaciones es la oportunidad de crear la paz», ha declarado el jefe de prensa de Orbán, Bertalan Havasi. Orbán es con mucho el aliado más cercano al presidente ruso entre los líderes de la UE, y se ha opuesto con frecuencia a las iniciativas de los Ventisiete para interponer sanciones al Kremlin y apoyar a Ucrania en su defensa contra la agresión de Moscú.
El año pasado Orbán indicó a Putin que Hungría nunca había querido oponerse a Rusia. A principios de 2024, los líderes de la UE tardaron semanas en romper el veto del primer ministro húngaro para extender 50.000 millones de euros en nueva ayuda a Kiev. La semana pasada, la UE inició conversaciones para que Ucrania se integre en el proyecto comunitario como miembro de pleno derecho, dando al país un nuevo impulso político en un momento crítico de su campaña bélica contra Rusia. Sin embargo los especialistas vaticinan que todavía queda un largo y difícil camino por delante, antes de que pueda unirse al club de la UE.
La guerra no cesa, y en las últimas horas el Ministerio de Defensa de Rusia ha afirmado haber destruido cinco cazas Su-27 ucranianos y dañado otros dos en el aeródromo de Mýrhorod, en la región de Poltava, en un ataque perpetrado con misiles Iskander-M. Por su parte, el periodista kazajo Aidos Sadykov, crítico con su Gobierno, ha muerto este mismo martes en Ucrania, menos de dos semanas después de ser tiroteado por individuos que Kiev cree que eran ciudadanos kazajos. Uno de los sospechosos se ha entregado en Kazajistán y el presidente kazajo, Kassym-Jomart Tokáyev, ha afirmado que su Gobierno está dispuesto a cooperar con las autoridades ucranianas en la investigación del crimen. Sadykov y su esposa, Natalya Sadykova, han vivido en Ucrania desde 2014 y han dirigido medios de comunicación en internet que a menudo criticaban al expresidente de Kazajistán Nursultán Nazarbáyev y posteriormente a su sucesor, Tokáyev. Según la oficina del fiscal general de Ucrania, dos ciudadanos kazajos, uno de ellos un expolicía, son sospechosos de disparar a Sadykov en la cabeza el 18 de junio. Ambos abandonaron el país el mismo día.