Un importante ataque con misiles rusos contra la ciudad de Krivói Rog, en el centro de Ucrania, ha causado este lunes 17 muertos y 41 heridos, según informaron las autoridades locales. Se registraron varios impactos en la ciudad, incluidos daños en el edificio administrativo de una empresa industrial. Asimismo, múltiples explosiones se escucharon este lunes en el centro de Kiev al activarse las defensas antiaéreas para repeler un ataque ruso contra la ciudad, según pudo constatar EFE y confirmó la Administración Militar de la ciudad en su cuenta de Telegram, que advierte de un ataque «masivo» contra «toda Ucrania».
«¡Vecinos de Kiev! ¡Ataque con misiles! En la región se han activado las defensas aéreas. Mantengan el silencio informativo. Pedimos no grabar y no publicar en las redes el trabajo de nuestros defensores. Permanezcan en los refugios hasta el final de la alerta aérea», puede leerse en la cuenta de Telegram de la Administración Militar de la capital ucraniana.
Cuatro de los fallecidos perdieron la vida al alcanzar un misil uso un edificio de varias plantas del distrito de Dniprovski en el que operaba una clínica, según explicó el jefe de la Administración Militar Regional, Serguí Popko. Otros dos fallecidos son dos adultos que se encontraban en un hospital infantil del distrito de Shevchenko, que quedó parcialmente destruido durante el ataque. Siete personas más murieron en el distrito de Solomianski, al impactar un proyectil ruso contra un edificio de varias plantas. Las autoridades no han revelado por el momento el lugar o las circunstancias en que han perdido la vida las cuatro víctimas restantes.
A su vez las fuerzas rusas mantienen su presión contra las defensas ucranianas en prácticamente toda la línea del frente, y concentran un día más sus mayores esfuerzos en dirección a la localidad de Pokrovsk, en la región oriental de Donetsk y aún en manos de Kiev, donde el Estado Mayor ucraniano dice haber repelido un total de 52 ataques en las últimas 24 horas.
La actividad rusa en el frente sigue marcada también por el uso intensivo de bombas guiadas aéreas, explosivos convencionales con gran capacidad de destrucción y dotados de sistemas propios de navegación con los que Rusia trata de destruir las posiciones defensivas ucranianas para despejar el camino al avance de sus tropas terrestres. La aviación rusa lanzó durante la pasada jornada un total de 111 bombas aéreas guiadas. Las bombas guiadas pueden lanzarse desde decenas de kilómetros de distancia del objetivo, lo que permite a los aviones desde los que se deslizan mantenerse fuera del alcance de la mayor parte de defensas antiaéreas enemigas. Las últimas 24 horas de conflicto han estado marcadas también por los golpes ucranianos contra la retaguardia enemiga.
Según el Estado Mayor de Kiev, Ucrania ha lanzado en este período de tiempo 11 ataques contra tropas enemigas y ha alcanzado un puesto de mando, un sistema antiaéreo, un puesto de comunicaciones y otro de guerra radioelectrónica. Ucrania informó este fin de semana del derribo de un caza ruso Su-25 en el eje del frente de Pokrovsk.
Fuentes de la inteligencia de Kiev también reivindicaron ataques contra dos infraestructuras militares rusas en la región ocupada de Donetsk, contra dos infraestructuras petroleras de la región rusa de Krasnodar y contra un depósito de municiones de la región rusa de Voronezh. Las fuerzas de Kiev perdieron el pasado otoño la iniciativa en el frente, después de que se agotara sin los resultados esperados su segunda contraofensiva en esta guerra. Rusia logra desde entonces avances modestos pero constantes en la región oriental de Donetsk. Ambos bandos golpean a menudo objetivos del enemigo en la retaguardia.