Los sistemas de defensa aérea israelíes interceptaron esta madrugada varios drones lanzados por la milicia chií Hizbulá desde el Líbano, si bien uno de ellos impactó en las proximidades de Ayelet HaShahar, a unos 10 kilómetros de la divisoria, según un comunicado del Ejército.
«Como resultado de la caída en la zona, un oficial y un soldado de las fuerzas armadas resultaron levemente heridos», añadió, añadiendo que ambos fueron evacuados a un hospital para recibir tratamiento y que se infirmó a sus familias de lo sucedido, sin recoger más detalles al respecto.
Equipos de bomberos se desplazaron al lugar del impacto para tratar de extinguir el fuego que provocó. Hizbulá reivindicó el ataque, que dijo haber dirigido contra «la recién establecida sede de la 91ª División del Ejército» en Ayelet.
El grupo pro iraní aseguró que los lanzamientos se produjeron en respuesta a los ataques israelíes contra Bazouriye, Deir Seryan, en los que murieron dos combatientes, mientras que a última hora de la noche Hizbulá anunció la muerte de otros dos de sus efectivos.
Un bombardeo contra la aldea de Deir Seryan mató ayer al miliciano Hasán Imad Karim, de 17 años. Horas antes, un ataque con dron efectuado por Israel cerca de la localidad sureña libanesa de Al Bazouriye mató a un miembro de Hizbulá identificado como Nazih Abed Ali.
Si bien el grupo islamista no lo menciona en su comunicado sobre este ataque, poco antes de la media noche informó de la muerte de otros dos combatientes en ataques israelíes muy al norte de la divisoria, uno de ellos cerca de Beirut.
Este último se produjo en Louaizeh, a apenas 12 kilómetros de la capital libanesa, y acabó con la vida del miliciano Mohamed Hassan Farhat, alias 'Falah', nacido en 1984, según el grupo.
Poco después, Hizbulá anunció la muerte de Ali Mustafa Amro, alias 'Abu al Ahrar' (1985), a unos 30 kilómetros al norte de Beirut, en uno de los ataques más septentrionales de Israel en territorio libanés de los últimos días.
Israel e Hizbulá mantienen un intercambio de fuego constante en la divisoria desde octubre que pone a las partes en su mayor pico de tensión desde 2006, y que ahora amenaza con convertirse en una guerra multifrente con la implicación de Irán tras el bombardeo israelí en Beirut de la pasada semana y la muerte en Teherán del líder de Hamás, Ismail Haniyeh.
Hasta el momento, el cruce de proyectiles en la divisoria ha matado a al menos 586 personas, la mayoría en el lado libanés y en las filas de Hizbulá, que ha confirmado 359 bajas de milicianos y comandantes, algunas en Siria.
En Israel han muerto 47 personas en el norte, 22 militares y 25 civiles, incluidos los 12 menores y adolescentes que perdieron la vida por la caída de un proyectil cuando jugaban fútbol en la localidad drusa de Majdal Shams, en los Altos del Golán ocupados.