El Ejército israelí destruyó este miércoles en la Franja de Gaza un túnel de tres kilómetros, uno de los más largos hasta el momento, que recorría los subsuelos del corredor central del enclave palestino y que supuestamente era utilizado por milicianos, según un comunicado castrense. «En la operación 'Margen protector' de 2014, parte del túnel fue destruido».
«Durante años, Hamás ha intentado restaurarlo y hacerlo funcional», añade el texto publicado por las fuerzas armadas. Los militares lo localizaron en las proximidades del corredor de Netzarim, establecido por el propio Ejército a partir de la guerra para separar el norte del sur de la Franja. El área del corredor de Netzarim se ha convertido en uno de los puntos más polémicos de las negociaciones para un acuerdo del alto el fuego entre Israel y Hamás, ya que el Gobierno de Benjamín Netanyahu defiende mantener ahí la presencia militar a través de un mecanismo de control sobre los gazatíes que cruzan hacia el norte, bajo la premisa de evitar el acceso a milicianos y armas.
El Ejército precisó que el viaducto destruido no cruzaba la frontera hacia Israel, a pesar de sus tres kilómetros de longitud en una Franja que mide de ancho entre seis y 12 kilómetros. Es uno de los túneles más largos que las fuerzas armadas neutralizan en los últimos meses, siendo el mayor de todos el de cinco kilómetros que fue descubierto en el norte de Gaza en diciembre y fue detonado el pasado 5 de marzo.
El Ejército israelí persigue constantemente el entramado de túneles que subyace en Gaza, utilizado por los milicianos para almacenar armas, desplazarse o esconder a los rehenes secuestrados en su ataque del 7 de octubre del año pasado. Ayer, en una operación en el sur de la Franja, los militares rescataron en uno de estos túneles a Kaid Farhan al Qadi, un rehén de origen beduino de 52 años, que se encontraba en ese momento solo y sin guardias al rededor.
La guerra comenzó tras un ataque de Hamás contra Israel, que incluyó el lanzamiento de miles de cohetes y la incursión de un millar de milicianos que mataron a casi 1.200 personas y secuestraron a otras 251. Desde entonces, la devastadora respuesta militar de Israel sobre Gaza ha acabado con la vida de 40.534 palestinos -la mayoría mujeres y niños- y herido a otros 93.778, según datos del Ministerio de Sanidad del enclave, gobernado por Hamás.