Los sistemas de defensa rusos han interceptado dos misiles de largo alcance Storm Shadow, de fabricación británica, un día después de que se confirmase por primera vez el uso de este tipo de armamento en ataques lanzados sobre territorio de Rusia, ha informado este jueves el Ministerio de Defensa. Moscú ha incluido el supuesto derribo de los Storm Shadow dentro de un balance militar en el que también incluye la destrucción de seis misiles HIMARS de fabricación estadounidense y 67 aeronaves no tripuladas, si bien el Gobierno ruso no ha aclarado el lugar exacto de estas intervenciones.
Las Fuerzas Armadas de Ucrania recurrieron el miércoles por primera vez a los misiles de largo alcance de Reino Unido para atacar Rusia, en una semana marcada además por el giro de Estados Unidos, que también ha autorizado a sus aliados ucranianos a disparar contra objetivos en suelo ruso con ATACMS.
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, llevaba meses pidiendo a sus socios que autorizasen la utilización de armamento de todo tipo más allá de las fronteras ucranianas, bajo el argumento de que sólo así podían contener la ofensiva militar rusa. La inminente vuelta del magnate Donald Trump a la Casa Blanca ha acelerado los movimientos políticos y diplomáticos en la última semana. Sobre el terreno, las fuerzas rusas siguen avanzando en el este de Ucrania y el Ministerio de Defensa ha informado este jueves de la toma de una nueva localidad, Dalnee, en la región de Donetsk.
Por otra parte, Rusia advirtió este jueves que la base de defensa antimisiles en la localidad polaca Redzikowo es una provocación desestabilizadora más de Estados Unidos y sus aliados de la OTAN, y que esa infraestructura está desde hace tiempo en el punto de mira de su Ejército. «Es otro paso abiertamente provocador en una serie de acciones profundamente desestabilizadoras por parte de los estadounidenses y sus aliados de la OTAN en el ámbito estratégico», afirmó la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, en una comparecencia de prensa.
Agregó que, «dada la naturaleza del nivel de amenazas que surgen de este tipo de instalaciones militares occidentales, la base de defensa antimisiles en Polonia hace tiempo que se agregó a la lista de objetivos prioritarios para su posible destrucción». Según la diplomática, la base estadounidense, que el presidente polaco, Andrzej Duda, inauguró oficialmente el pasado día 13, «encaja en la práctica destructiva de hace muchos años de acercar la infraestructura militar de la OTAN a las fronteras rusas». «Esto naturalmente conduce a un incremento de los riesgos estratégicos y, como consecuencia, a un aumento del nivel general de riesgo nuclear».