Han transcurrido ya 13 años desde el inicio del conflicto armado en Siria, dejando un saldo de más de 35.000 personas desaparecidas según los registros del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR). Detrás de cada uno de estos casos, hay familias sumidas en un dolor insoportable que se agrava con el paso del tiempo. Stephan Sakalian, jefe de la delegación del CICR en Siria, afirma: «Durante este tiempo, nunca dejamos de trabajar en la búsqueda de respuestas para los familiares sobre lo ocurrido a sus seres queridos. Su derecho a saber la verdad siempre ha sido nuestra prioridad».
Esperanza y angustia en las cárceles
Esta semana, con la liberación de detenidos en las cárceles sirias, los familiares vivieron momentos de intensa emoción. Un equipo del CICR visitó por primera vez la cárcel de Sednaya, donde cientos de personas esperaban en sus inmediaciones, desesperadas por obtener información sobre sus seres queridos desaparecidos hace más de una década.
Dentro de la prisión, entre escenarios de horror y prácticas de tortura denunciadas por las propias víctimas, se hallaron numerosos documentos deteriorados dispersos en diferentes áreas. Estos registros podrían contener datos cruciales para brindar respuestas a las familias, y en este sentido el CICR urgió a todas las partes en Siria a evitar la destrucción de esta documentación, como registros de arrestos, listados de detenidos o fallecidos, y archivos judiciales y hospitalarios.
Apoyo a exdetenidos y familiares
Ante los rápidos acontecimientos de la semana pasada, el CICR aprovechó cada oportunidad para asistir a los liberados y a quienes buscan a desaparecidos. Para este fin se habilitaron líneas telefónicas de atención y se ofreció ayuda inmediata a las autoridades sirias para localizar a las personas, incluyendo apoyo técnico para preservar registros y lugares de entierro, proteger datos personales y aplicar prácticas forenses adecuadas.
Además, el organismo continuará brindando apoyo en salud mental, asistencia médica, ayuda económica y asesoramiento jurídico a antiguos detenidos del régimen derrocado y sus familiares para atender sus necesidades más urgentes. Esta semana, se distribuyeron insumos médicos a dos hospitales en Damasco para tratar a heridos y exreclusos.
Acceso a centros de detención
Desde el inicio del conflicto, el CICR ha solicitado reiteradamente acceso a todos los lugares de detención en Siria. Las imágenes vistas esta semana en la cárcel de Sednaya resaltan la importancia de este acceso para prevenir algunas de las peores formas de sufrimiento humano. La guerra civil en Siria estalló en 2011, tras las protestas pacíficas contra el gobierno de Bachar Al-Assad que fueron brutalmente reprimidas. El conflicto escaló rápidamente, involucrando a múltiples facciones armadas y potencias extranjeras. Más de 13,4 millones de sirios han huido de sus hogares, y la ONU estima que hay al menos 306.000 civiles muertos.
A pesar de los esfuerzos diplomáticos y los alto el fuego parciales, la violencia persiste en varias regiones del país. La crisis humanitaria resultante es una de las peores del siglo XXI, con millones de personas necesitadas de asistencia urgente.
Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR)
El CICR es una organización humanitaria neutral, imparcial e independiente, fundada en 1863 y con sede en Ginebra, Suiza. Su misión es proteger y asistir a las víctimas de conflictos armados y otras situaciones de violencia, así como promover el respeto del derecho internacional humanitario.
Presente en más de 90 países, el CICR trabaja en estrecha colaboración con las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja. Sus actividades incluyen visitas a detenidos, búsqueda de desaparecidos, reunificación de familias separadas por conflictos, provisión de atención médica y ayuda humanitaria, y difusión de las normas humanitarias. Como parte de su mandato, el CICR tiene derecho a visitar a prisioneros de guerra y detenidos civiles en conflictos internacionales, así como a otras personas privadas de libertad en situaciones de violencia interna. Estas visitas tienen como objetivo evaluar las condiciones de detención y el trato a los reclusos, y brindar asistencia humanitaria cuando sea necesario.