La ministra de Educación e Infancia de Islandia, Asthildur Loa Thorsdottir, ha dimitido del cargo después de que se hiciese público que tuvo a los 22 años un hijo fruto de una relación con un adolescente de 16.
Los hechos tuvieron lugar hace más de tres décadas, cuando la ya exministra, que ahora tiene 58 años, mantuvo relaciones con un menor de edad, de 15 años inicialmente, al que conoció mientras trabajaba en una agrupación religiosa, informa la cadena pública RUV. Islandia estipula en los 15 años la edad mínima de consentimiento sexual, que previamente se situaba en los 14 años.
Sin embargo, las leyes prohíben específicamente las relaciones con menores de 18 si se trata, por ejemplo, de profesores y alumnos o de personas con las que existe algún tipo de vinculación económica, de índole laboral.
Tal como ha relatado el padre del hijo de Asthildur Loa Thorsdottir y ha quedado de manifiesto en los documentos oficiales consultados por RUV, en un primer momento la mujer facilitó los encuentros padre-hijo hasta que conoció a su marido.
La relación entre ambos se redujo después al pago de la pensión durante 18 años y ha llegado al terreno político después de que una persona se pusiese en contacto recientemente con el Ejecutivo. Thorsdottir ha alegado que fue una relación de juventud y ha explicado en declaraciones a los medios islandeses que dimite para no entorpecer la labor del Gobierno y del Ministerio de Educación, en particular.
De tres espletsSe trata de un caso ocurrido hace más de 30 años (con una normativa distinta a la que hay hoy), en un país extranjero, el menor tenía 16 años (o sea, que era legal la relación, acorde a la ley que había en Islandia en aquel momento, tal y como se lee en el artículo) y, ni en Islandia, ni en España, hay diferencia de género en la normativa que establece la prohibición de mantener relaciones sexuales (con lo cual, no viene a cuenta su comentario forzadamente anti feminista). Lo que es importante evidenciar en esta noticia es la inmediata dimisión de la ministra. Está es la verdadera diferencia cultural que debería preocuparnos. Porqué, aquí, no dimiten nunca, y allí, dimiten por cuestiones éticas, incluso cuando la normativa no establece la ilegalidad de una conducta determinada?