El jefe de la Policía ucraniana, Iván Vigivski, declaró este lunes horas después de la detención del supuesto asesino del exjefe del Parlamento ucraniano y figura clave de la revolución del Maidán Andrí Parubi, que se ha encontrado un «rastro ruso» en el sospechoso apresado. «Sabemos que este crimen no es casual. Hay en él (en el detenido) un rastro ruso. Todos responderán ante la ley», escribió Vigivski en su cuenta de Facebook sin dar más detalles de la pista rusa mencionada.
El jefe de la Policía ucraniana publicó además dos fotografías del momento de la detención, en las que se ve a agentes ucranianos con el supuesto asesino -un hombre de mediana edad que aparece sin camiseta en las imágenes- esposado dentro de una vivienda.
Vigivski confirmó que el asesino de Parubi -un político nacionalista retirado que fue nombrado presidente del Parlamento ucraniano después de que la revolución del Maidán derrocara en 2014 al último presidente prorruso de Ucrania, Víktor Yanukóvich- se disfrazó de repartidor de comida para matar de ocho tiros a la víctima este 30 de agosto en la ciudad de Leópolis del oeste del país.
El supuesto asesino fue detenido en la región de Jmelnitski, también en Ucrania occidental y adonde había huido tras cometer el crimen. El exjefe del Parlamento ucraniano Andrí Parubi será enterrado el martes en la ciudad de Leópolis. Solidaridad Europea, el partido opositor del expresidente Petró Poroshenko en el que militaba también Parubi, ha anunciado asimismo un acto de homenaje al expolítico asesinado que tendrá lugar este lunes en la plaza del Maidán de Kiev.
En el cartel que anuncia el acto el partido llama a Parubi «comandante del Maidán», por su papel en las unidades de autodefensa creadas durante aquellas revueltas con epicentro en esa plaza que acabaron precipitando la huida del expresidente Yanukóvich a Rusia. Moscú considera la revolución del Maidán un golpe de Estado de corte fascista. Rusia respondió a la caída de Yanukóvich ocupando Crimea y activando en el este de Ucrania a fuerzas paramilitares prorrusas que declararon dos enclaves independientes en las regiones de Donetsk y Lugansk.
No haber pegado un golpe de Estado en 2014. No haber prohibido el ruso como lengua oficial y propia del 40% de la población. No haberse cargado a 10.000 civiles en Donetsk y Lugansk cuando declararon la secesión. No haber quemado vivas a 60 personas en Odesa. No haber declarado públicamente la intención de meter Ucrania en la OTAN y menos aún haber dicho querer poner misiles nucleares americanos en tierra ucraniana en la frontera con Rusia y apuntando a Moscú. No haber saboteado los Nordstream. No haber promovido el asesinato mediante ataques terroristas contra civiles destacados como Vladlen Tatarsky o Darya Aleksandrovna Dugina. Así que...