La situación humanitaria en Gaza sigue deteriorándose gravemente mientras Israel intensifica en las últimas horas su ofensiva militar en Ciudad de Gaza. Según datos publicados este miércoles por el Ministerio de Sanidad controlado por Hamás, al menos dos gazatíes, entre ellos un niño, han fallecido recientemente por causas relacionadas con la desnutrición y la hambruna, lo que eleva a 455 el número total de muertes por esta causa desde octubre de 2023. Del total de fallecidos, 151 son niños, incluyendo bebés de apenas meses de vida, lo que refleja la gravedad de la crisis alimentaria en el territorio palestino bajo asedio del ejército israelí.
La situación se ha agravado notablemente desde el pasado 22 de agosto, cuando un organismo internacional avalado por la ONU declaró oficialmente la existencia de hambruna en Ciudad de Gaza y áreas circundantes. Desde esa declaración oficial, se han contabilizado 177 muertes por desnutrición, incluyendo 36 menores. Mientras tanto, Hamás continúa deshojando la margarita y deliberando por tercer día consecutivo sobre el plan para Gaza propuesto por el presidente estadounidense Donald Trump, quien ha dado al grupo miliciano un ultimátum de "tres o cuatro días" para responder a la propuesta elaborada junto al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.
En paralelo a estas negociaciones diplomáticas, los ataques israelíes continúan intensificándose en la Ciudad de Gaza, capital del enclave que empieza a acumular grandes niveles de destrucción. Los residentes reportan bombardeos constantes de aviones y tanques israelíes sobre barrios residenciales durante toda la noche, mientras el ejército hebreo ha emitido nuevas órdenes de evacuación hacia el sur y ha cerrado la ruta que permitía el desplazamiento de personas desde el sur hacia el norte, agravando así la situación de aislamiento de los refugiados palestinos en el norte del enclave.
Las autoridades sanitarias locales han confirmado que al menos 17 personas murieron en las primeras horas de este miércoles como resultado de los ataques militares israelíes en toda Gaza, concentrándose la mayoría de las víctimas en Ciudad de Gaza. Un ataque dirigido contra la ciudad vieja, en el noroeste de la ciudad, provocó la muerte de siete personas, mientras que otro bombardeo sobre un refugio improvisado en una escuela causó otras seis víctimas mortales, según informaron fuentes médicas locales.
En un movimiento que agrava aún más la crisis humanitaria, el ejército israelí ha anunciado este miércoles que ya no permitirá a la población utilizar la carretera costera para desplazarse desde el sur hacia las comunidades del norte de Gaza. Esta vía, sin embargo, permanecerá abierta para quienes huyan en dirección contraria, hacia el sur. Esta medida representa un retorno a las severas restricciones de movilidad que el ejército israelí impuso durante los primeros meses del conflicto, cuando se estableció una separación total entre el norte y el sur del territorio, antes de suavizar dichas restricciones en enero durante un alto el fuego temporal.
La decisión de cerrar esta ruta tendrá graves consecuencias para la población gazatí, y mientras la situación humanitaria empeora, los milicianos islamistas palestinos continúa evaluando el plan presentado por Trump y respaldado por Netanyahu. Según ha declarado a Reuters un representante palestino familiarizado con las deliberaciones internas del grupo, "aceptar el plan es un desastre, rechazarlo es otro, aquí solo hay opciones amargas, pero el plan es un plan de Netanyahu articulado por Trump". El representante añadió que "Hamás está deseando poner fin a la guerra y acabar con el genocidio y responderá de la manera que sirva a los intereses superiores del pueblo palestino", aunque no proporcionó más detalles sobre la posible respuesta.
Otras facciones palestinas ya han manifestado su rechazo a la propuesta, complicando aún más la posición de Hamás, que encuentra la necesidad de equilibrar su postura entre la presión internacional, las expectativas de la población gazatí y la cohesión con otros grupos palestinos. El ultimátum dado por Trump, que expira en los próximos días, añade una presión adicional a unas negociaciones que se desarrollan mientras continúan los bombardeos y se agrava la crisis humanitaria. Los bebés y niños pequeños dependen completamente de los adultos para su alimentación, y en una situación de escasez extrema como la que se vive en Gaza, resulta casi imposible para muchas familias proporcionarles los nutrientes necesarios. Además, la falta de acceso a agua potable agrava los problemas de salud relacionados, como la diarrea y otras enfermedades gastrointestinales, que pueden resultar mortales en un contexto donde el sistema sanitario está de facto colapsado.
Para quienes aún no se han enterado: el hecho de que Netanyahu sigue con su plan de aniquilación del pueblo palestino habla por sí solo de lo que quiere ese criminal. Y EU y la von der Leyen aplaudiendo como focas... 🤦🏼♀️