Nadie esperaba que Europa tuviera la última palabra en un mercado dominado por gigantes tecnológicos estadounidenses. Pero mientras el S&P 500 se enfrenta a valoraciones que apenas dejan margen para el error, la Bolsa europea ha puesto en valor sus fundamentales y su potencial de beneficios supera ya al de Wall Street.
Las cifras no engañan. Se espera que el beneficio conjunto de las compañías del Stoxx 600 crezca un 13,4% en 2026. En el caso del S&P 500, el consenso apunta a un 12%. Esta diferencia, aunque parezca leve, cobra relevancia si se tiene en cuenta que las acciones europeas cotizan con un ratio de precio-beneficio (PER) de 14,2 veces para ese mismo ejercicio, frente a las 22 veces que se pagan por los beneficios de las empresas estadounidenses.
Con las valoraciones en Estados Unidos instaladas en el percentil 99 de su serie histórica, cualquier decepción puede tener efectos desproporcionados. Los analistas de Citi consideran que la renta variable europea ofrece una relación riesgo-rentabilidad más favorable. El banco estadounidense estima que el Stoxx 600 podría alcanzar los 600 puntos a mediados de 2026, lo que implica un recorrido del 5,2% adicional desde los niveles actuales.
Las apuestas de UBS y Citi
Ese atractivo no se limita a los datos agregados. Entre las apuestas concretas de Citi figuran Siemens, Scor y Vonovia. En el caso de Siemens, la combinación de contratos ligados a infraestructuras, la posible escisión parcial de su filial Healthineers y una revalorización del 87,4% en los últimos dos años y medio la convierten en una de las preferidas de los analistas. UBS, por su parte, apuesta por Santander, MTU Aero Engines y STMicroelectronics, con un foco en sectores como la banca, la defensa y la tecnología.
La compañía Adyen, que aparece también en ambas selecciones, representa otro ejemplo del interés renovado por las firmas europeas. La compañía ha ajustado sus previsiones tras un segundo trimestre por debajo de lo esperado, pero los expertos de UBS creen que las expectativas para 2026, unidas al buen tono de su negocio este año, la colocan en una posición atractiva. ASML y SAP, en la lista de Citi, completan una selección que refleja una Europa más ambiciosa.
Más apoyos macroeconómicos y mejor punto de partida
La mejora de los beneficios no es el único argumento. El contexto macro acompaña. A diferencia de Estados Unidos, donde el ciclo de tipos genera aún dudas, en Europa se consolidan las expectativas de una política monetaria más flexible. El impulso fiscal sigue vivo, con Alemania desplegando planes de inversión pública y el sur del continente beneficiándose de los fondos europeos.
Tampoco se puede ignorar el componente político. Pese a la incertidumbre generada por la dimisión del primer ministro francés, firmas como Carmignac creen que el efecto será limitado y que el crecimiento europeo seguirá su curso. Alemania gana tracción con su programa de modernización, mientras que la periferia europea encuentra apoyo en los fondos Next Generation EU.
Los analistas también destacan la mejora en la distribución de dividendos. Capital Group afirma que 2025 será otro buen año para los accionistas, con crecimientos sostenidos en todas las regiones. Los dividendos, señala la firma, son un indicador clave de salud financiera, y en Europa este canal de retribución está ganando protagonismo.
No todo son rosas
Sin embargo, no todo es optimista. El entorno sigue marcado por una elevada sensibilidad a los resultados empresariales. Vontobel advierte que, con unas valoraciones exigentes, cualquier sorpresa negativa puede tener efectos amplificados. Por eso, firmas como AXA IM llaman a gestionar el riesgo con más precisión. Pero incluso en ese escenario, la Bolsa europea aparece mejor posicionada. El margen de seguridad que ofrecen sus múltiplos, sumado al crecimiento esperado de beneficios, proporciona un escudo frente a la volatilidad.
Por otro lado, el protagonismo de la inteligencia artificial (IA) también permea en Europa. Aunque el grueso de las inversiones se concentra en Estados Unidos, las compañías europeas empiezan a capturar parte del impulso. Morgan Stanley estima que la IA podría generar un valor de hasta 16 billones de dólares a largo plazo. Esa cifra no se repartirá de forma homogénea, pero los sectores tecnológico e industrial del Viejo Continente ya están posicionándose para captar su parte.
... Europa rules, weepaa