A medio camino entre la propaganda bélica y la estrategia geopolítica cabe encuadrar el reciente anuncio de Vladímir Putin, que ha provocado la reacción de Donald Trump. El presidente ruso ha anunciado en las últimas horas el éxito de una nueva prueba de su supertorpedo 'Poseidón'. Este vehículo submarino no tripulado, con capacidad para portar cabezas nucleares y operar como un dron, ha sido calificado por Moscú como un arma sin equivalentes a nivel global. La noticia, difundida este pasado miércoles ha provocado una inmediata reacción por parte del presidente estadounidense Donald Trump, quien ha instado a Putin a centrarse en poner fin al conflicto en Ucrania, que se acerca a su cuarto año.
Según las declaraciones de Putin, recogidas por la agencia rusa de noticias Interfax, la prueba del 'Poseidón' se llevó a cabo el martes. El mandatario ruso destacó que, por primera vez, se logró no solo el lanzamiento desde un submarino utilizando su propulsor, sino también la activación de su reserva nuclear, que alimentó el vehículo durante un periodo determinado. Este desarrollo subraya la continua inversión de Rusia en armamento estratégico, generando un debate internacional sobre las implicaciones de tales capacidades en el equilibrio de poder global y la disuasión nuclear.
La existencia del 'Poseidón' fue revelada por el propio Putin en marzo de 2018, describiéndolo como un proyectil de aproximadamente 24 metros de largo. Aunque algunos medios lo han apodado el 'Arma del Apocalipsis', expertos en defensa han señalado que efectos similares podrían lograrse con misiles intercontinentales ya operativos desde la década de 1960. Sin embargo, Putin ha insistido en que el 'Poseidón' supera significativamente al 'Sarmat' –un misil balístico intercontinental superpesado conocido como 'Satán II'– en términos de poderío, y ha resaltado su capacidad para «envenenar con radiación amplias zonas de agua» y litoral, una característica que añade una dimensión aterradora a su potencial destructivo.
¿Qué es el 'Poseidón' y por qué es tan controvertido?
El 'Poseidón' es un vehículo submarino no tripulado (UUV) de propulsión nuclear, diseñado para ser lanzado desde submarinos y operar de forma autónoma. Su principal característica es la capacidad de transportar una cabeza nuclear de gran potencia, lo que le permitiría generar tsunamis radiactivos capaces de devastar ciudades costeras y contaminar vastas extensiones de agua y tierra. Esta particularidad lo distingue de los misiles balísticos intercontinentales tradicionales, ya que su modo de ataque submarino y su potencial de contaminación radiactiva plantean desafíos únicos para la defensa y la disuasión.
La controversia en torno al 'Poseidón' radica en varios aspectos. Primero, su naturaleza como «arma de represalia» o «segundo golpe», diseñada para ser utilizada en un escenario post-apocalíptico, lo convierte en un elemento de disuasión extrema. Segundo, la amenaza de la contaminación radiactiva a gran escala introduce una nueva dimensión en la guerra nuclear, con consecuencias ambientales y humanitarias catastróficas que van más allá de la destrucción directa. Tercero, la afirmación de Putin de que su «velocidad y profundidad de viaje» no tienen igual y que «no hay métodos de interceptación» ha generado escepticismo entre algunos analistas, aunque subraya la percepción rusa de su invulnerabilidad estratégica.
La prueba del 'Poseidón' ha provocado una fuerte condena por parte de Donald Trump, quien, desde Estados Unidos, criticó las acciones de Rusia. El presidente instó a su homólogo ruso a «lograr el fin de la guerra» en Ucrania, un conflicto que, según sus palabras, «debió haber durado una semana y que ahora está cerca de entrar en un cuarto año». Trump enfatizó que Putin debería centrarse en la resolución del conflicto «en lugar de pruebas con misiles», reflejando la frustración occidental ante la persistencia de la invasión rusa iniciada en febrero de 2022.
Por su parte, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, respondió a las declaraciones de Trump, señalando que la reacción del presidente «supone el punto de vista del jefe del Estado estadounidense, lo que es importante». Sin embargo, Peskov insistió en que «Rusia trabaja de forma consistente para garantizar su propia seguridad». En un contexto de creciente tensión, el portavoz añadió que «garantizar la seguridad de nuestro país es un asunto vital, especialmente ante la actitud belicista que vemos principalmente entre los europeos», justificando así el desarrollo y las pruebas de este tipo de armamento en medio de la invasión rusa de Ucrania, que comenzó en febrero de 2022.
'Poseidón' vs. 'Sarmat' y 'Burevestnik': Un arsenal en evolución
El 'Poseidón' no es la única «superarma» que Rusia ha estado desarrollando. Putin ha hecho hincapié en que el 'Poseidón' «excede de forma significativa nuestro misil intercontinental más avanzado, el 'Sarmat'». El 'Sarmat', conocido por la OTAN como 'Satán II', es un misil balístico intercontinental súper pesado diseñado para superar los sistemas de defensa antimisiles existentes. Su capacidad para transportar múltiples ojivas nucleares y su largo alcance lo convierten en una pieza central de la disuasión nuclear rusa.
Además, Putin también confirmó el pasado fin de semana una prueba exitosa con el 'Burevestnik', un misil de crucero de propulsión nuclear. Este misil, capacitado para recorrer una distancia mínima de 14.000 kilómetros, fue descrito por el presidente ruso como «un producto único, diferente a todo lo demás en el mundo». Putin destacó que el 'Burevestnik' es «cien veces más pequeño que un reactor de un submarino nuclear», lo que subraya la avanzada miniaturización de la tecnología nuclear rusa. La coexistencia de estos tres sistemas –'Poseidón', 'Sarmat' y 'Burevestnik'– demuestra la estrategia de Rusia de diversificar sus capacidades de ataque nuclear, buscando una ventaja asimétrica en la carrera armamentística global.
El desarrollo y las pruebas de armas como el 'Poseidón' tienen profundas implicaciones para la seguridad global y el futuro de la disuasión nuclear. La retórica de Putin sobre la invulnerabilidad de estas armas y su capacidad para «envenenar» vastas áreas eleva el umbral de la confrontación, haciendo que la posibilidad de un conflicto nuclear sea aún más aterradora. Esto podría llevar a una nueva carrera armamentística entre las grandes potencias, con el riesgo de desestabilizar aún más el ya frágil equilibrio estratégico. La comunidad internacional, y en particular la OTAN, asiste expectante a estos avances. La falta de tratados de control de armas que abarquen estas nuevas categorías de armamento, como los drones submarinos nucleares, genera incertidumbre y desconfianza. La insistencia de Rusia en garantizar su seguridad a través de la demostración de un poderío militar sin precedentes, especialmente en el contexto de la guerra en Ucrania, envía un mensaje claro sobre su determinación de proyectar influencia y desafiar el orden mundial establecido. El 'Poseidón', por tanto, no es solo un arma, sino un símbolo de una era de creciente tensión y de la compleja dinámica de la disuasión en el siglo XXI.