La Comisión Europea ha desvelado recientemente los nombres de las ciudades galardonadas como Capital Europea y Pionera Verde del Turismo Inteligente para el año 2026. En un reconocimiento a la excelencia en la gestión turística, Tampere, en Finlandia, y Dubrovnik, en Croacia, han sido seleccionadas por su compromiso y avances significativos en áreas clave como la accesibilidad, la sostenibilidad, la digitalización y la preservación del patrimonio cultural. Este anuncio, que se produce tras la deliberación del Jurado Europeo en Bruselas en los días precedentes, marca un hito importante para ambos destinos y para el futuro del turismo en el continente.
La edición de este año de los prestigiosos premios ha registrado una participación notablemente superior, atrayendo a un mayor número de candidaturas procedentes de diversos países europeos. En total, cincuenta y ocho destinos de veintidós naciones diferentes compitieron arduamente por hacerse con los codiciados títulos de Capital Europea y Pionera Verde del Turismo Inteligente. Tras una rigurosa fase de evaluación, quince destinos finalistas tuvieron la oportunidad de presentar sus propuestas detalladas ante el Jurado Europeo en la capital belga, un paso crucial que culminó con la elección de los dos flamantes ganadores, ejemplos de innovación y responsabilidad en el sector turístico.
Tampere, una ciudad vibrante en el sur de Finlandia, se distingue por su singular ubicación geográfica, enclavada majestuosamente entre las aguas de los lagos Näsijärvi y Pyhäjärvi, y atravesada por los pintorescos rápidos de Tammerkoski. Este entorno natural privilegiado se complementa con una rica oferta cultural, donde destaca el centro Vapriikki, que alberga varios museos de gran interés, incluyendo el Museo de Historia Natural y una exposición dedicada a la guerra civil de 1918. La arquitectura religiosa de la ciudad también merece mención, con la Catedral de Tampere y sus macabros frescos, y la Iglesia de Kaleva, cuya llamativa estructura de hormigón fue diseñada para evocar la forma de un pez visto desde las alturas, un verdadero icono arquitectónico.
Por su parte, Dubrovnik, la célebre ciudad croata bañada por el mar Adriático, es mundialmente reconocida por su impresionante Ciudad Antigua, un tesoro arquitectónico rodeado por enormes murallas de piedra cuya construcción se completó en el siglo XVI. Este enclave histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, alberga una colección de edificios excepcionalmente conservados que narran siglos de historia. Entre ellos, destacan la barroca Iglesia de San Blas, el renacentista Palacio Sponza y el gótico Palacio del Rector, que hoy funciona como un museo de historia. La calle peatonal Stradun, o Placa, pavimentada con caliza, es el corazón de la ciudad, flanqueada por una vibrante sucesión de tiendas y restaurantes. La elección de Dubrovnik como Pionera Verde del Turismo Inteligente subraya su esfuerzo por equilibrar la afluencia turística con la preservación de su inestimable patrimonio y su entorno natural, implementando estrategias para un turismo más consciente y respetuoso.
Compromiso europeo con un Turismo Responsable
Apostolos Tzitzikostas, comisario europeo de Transporte Sostenible y Turismo, ha enfatizado la importancia estratégica del sector turístico para el continente. En sus declaraciones, el comisario afirmó: «El turismo es uno de los sectores más dinámicos de Europa y un pilar fundamental de nuestra identidad cultural y económica. Al invertir en sostenibilidad e innovación digital, garantizamos que Europa siga siendo no solo el principal destino mundial, sino también el más responsable. Los galardonados de este año encarnan esta ambición y establecen un alto estándar para un turismo más inteligente, sostenible e inclusivo en toda nuestra Unión». Estas palabras reflejan la visión de la Comisión Europea de fomentar un modelo turístico que no solo genere prosperidad económica, sino que también proteja el medio ambiente y promueva la inclusión social, asegurando que las futuras generaciones puedan disfrutar de la riqueza cultural y natural de Europa.
Criterios de selección y excelencia
La selección de Tampere y Dubrovnik no fue casual, sino el resultado de un proceso exhaustivo basado en criterios rigurosos. Los destinos fueron evaluados en su capacidad para implementar soluciones innovadoras en los cuatro pilares ya mencionados. En accesibilidad, se valoró la facilidad de desplazamiento para personas con movilidad reducida, la disponibilidad de información en diversos formatos y la inclusión de todos los visitantes. En sostenibilidad, se analizaron las políticas de gestión de residuos, el uso de energías renovables, la protección de la biodiversidad y la reducción de la huella de carbono. La digitalización abarcó desde la oferta de servicios inteligentes para turistas hasta la promoción de la conectividad y el uso de datos para mejorar la experiencia. Finalmente, el patrimonio cultural no solo consideró la conservación de sitios históricos, sino también la promoción de la cultura local y la participación de la comunidad en su gestión. Estos criterios demuestran la visión holística que la Comisión Europea tiene para el futuro del turismo.
La designación de Tampere y Dubrovnik como Capital Europea y Pionera Verde del Turismo Inteligente 2026, respectivamente, tendrá un impacto significativo en el panorama turístico del continente. Estos galardones no solo aumentan la visibilidad de las ciudades premiadas, atrayendo a un mayor número de visitantes interesados en experiencias de viaje responsables, sino que también sirven de catalizador para la innovación en otros destinos. Al destacar las mejores prácticas, la Comisión Europea busca inspirar a otras ciudades a adoptar modelos de turismo más inteligentes y sostenibles. Además, estos reconocimientos fomentan la colaboración entre destinos, promoviendo el intercambio de conocimientos y la creación de una red europea de ciudades comprometidas con un futuro turístico más verde y accesible. En un momento en que la industria turística busca recuperarse y reinventarse, estas iniciativas son fundamentales para construir un sector más resiliente y adaptado a los desafíos del siglo XXI.
Si bien el reconocimiento es un gran honor, también presenta desafíos y oportunidades únicas para Tampere y Dubrovnik. Para Tampere, la oportunidad radica en consolidar su imagen como un destino nórdico innovador, aprovechando su entorno natural y su rica historia industrial para atraer a un turismo cultural y de naturaleza. El desafío será gestionar el aumento de visitantes manteniendo su compromiso con la sostenibilidad ambiental y la calidad de vida de sus habitantes. Dubrovnik, por su parte, tiene la oportunidad de reforzar su estrategia de turismo sostenible, abordando el desafío del exceso de turismo que ha enfrentado en el pasado. La ciudad puede utilizar este galardón para promover un turismo de calidad, diversificando su oferta y distribuyendo mejor los flujos de visitantes. Ambas ciudades se enfrentan al reto de mantener el equilibrio entre el desarrollo turístico y la preservación de sus identidades únicas, demostrando que es posible crecer de manera responsable y consciente.