La presidenta del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Mirjana Spoljaric, ha finalizado en las últimas horas su visita de tres días a Colombia, un país que atraviesa un momento crítico en el contexto de sus conflictos armados. Su estancia ha servido para lanzar una contundente advertencia sobre el deterioro de la situación humanitaria y la necesidad imperante de adherirse al Derecho Internacional Humanitario (DIH) para proteger a la población civil y mantener viva la esperanza de una paz duradera.
Spoljaric ha enfatizado que, a nueve años de la firma del acuerdo de paz en 2016, el marcado empeoramiento de las condiciones humanitarias observado en el país durante este 2025 debería ser una señal de alarma. «A nueve años de la firma del acuerdo de paz, el fuerte deterioro de la situación humanitaria que se vio este año en el país debería servir como advertencia para redoblar los esfuerzos en cuanto al respeto del derecho internacional humanitario (DIH) y la protección de la población civil», ha declarado la presidenta del CICR. Además, ha recalcado la importancia fundamental de estas acciones: «Es crucial para salvar vidas y preservar los caminos hacia la paz».
El panorama actual, según relatan estas fuentes, es desolador. Durante el último año, se ha registrado una intensificación preocupante de las hostilidades y una clara disminución en el respeto de las normas del DIH, lo que ha puesto en grave riesgo la vida y la dignidad de miles de personas. Entre enero y septiembre de 2025, el CICR ha documentado un número de presuntas violaciones del DIH superior al total registrado en todo el año 2024. Asimismo, los desplazamientos de personas se han disparado un alarmante 113 %, reflejando una crisis que se agrava en el marco de crecientes tensiones en toda la región latinoamericana.
Diálogo confidencial y Encuentros de Alto Nivel
Durante su intensa agenda de tres días, la presidenta Spoljaric mantuvo reuniones clave con las más altas autoridades colombianas. Entre ellas, destacan sus encuentros con el presidente de Colombia, Gustavo Petro, y el ministro de Defensa, Pedro Sánchez. Estas conversaciones forman parte de un diálogo confidencial y sostenido a lo largo de años entre el CICR y las autoridades del país, centrado en abordar cuestiones humanitarias urgentes y la aplicación del Derecho Internacional Humanitario. La presidenta también se reunió con la Dra. Judith Carvajal de Álvarez, quien preside la Cruz Roja Colombiana, fortaleciendo así los lazos de colaboración entre ambas instituciones.
Uno de los puntos más sensibles de su visita fue el recorrido por el departamento del Cauca, una de las regiones más afectadas por la violencia. Allí, la presidenta Spoljaric tuvo la oportunidad de reunirse directamente con comunidades impactadas por los conflictos, quienes le transmitieron de primera mano sus profundas preocupaciones ante el recrudecimiento de la situación humanitaria. En esta zona, la población civil se encuentra expuesta a múltiples y graves riesgos, que incluyen la violencia sexual, la desaparición forzada de personas y la constante amenaza de la presencia de artefactos explosivos, que siembran el terror y limitan la movilidad.
La presidenta del CICR compartió su consternación tras estas experiencias. «Lo que me contaron en Cauca refleja la realidad de muchas familias en todo el país», afirmó Spoljaric, subrayando la universalidad del sufrimiento. Hizo especial hincapié en la vulnerabilidad de los más pequeños: «Los niños y las niñas se ven afectados de manera desproporcionada, ya que los conflictos armados ponen en peligro su vida y su seguridad, y los privan de su educación y su niñez». La líder del CICR advirtió sobre las consecuencias a largo plazo de esta situación: «Si este patrón sigue repitiéndose, alimentará más ciclos de violencia para las generaciones venideras». Por ello, reafirmó el compromiso de la organización: «Mantendremos nuestro diálogo con todas las partes en conflicto en relación con sus obligaciones en virtud del DIH, como la protección de la infancia, durante el tiempo que haga falta, porque las comunidades en Colombia merecen dignidad, paz y estabilidad».
El Comité Internacional de la Cruz Roja ha mantenido una presencia ininterrumpida en Colombia desde 1970, sumando ya 55 años de trabajo incansable. Su labor se centra en la promoción y el respeto del Derecho Internacional Humanitario a través de un diálogo confidencial, tanto con el Gobierno como con los grupos armados no estatales. La operación que el CICR lleva a cabo en el país andino es, de hecho, la más grande de toda América, lo que subraya la magnitud de los desafíos humanitarios presentes.
Los equipos del CICR en Colombia trabajan en diversas áreas cruciales. Sus esfuerzos se dirigen a reducir los riesgos asociados a los conflictos armados, prestar atención de emergencia y apoyo vital a la población civil afectada, asistir a los heridos y enfermos, y llevar a cabo la ardua tarea de buscar a las personas desaparecidas, una herida abierta para muchas familias. Además, en su carácter de intermediario neutral en el ámbito humanitario, el CICR ha desempeñado un papel fundamental en la facilitación de la liberación de personas privadas de libertad y ha brindado un apoyo esencial en las negociaciones de paz de 2016, así como en la posterior implementación del Acuerdo.
Actualmente, el CICR continúa ofreciendo asesoramiento técnico especializado en materia de DIH, destacando la protección jurídica que este marco normativo brinda en situaciones de conflicto armado. Este asesoramiento es vital en relación con otras cuestiones de interés humanitario que surgen en los procesos de negociación en curso entre las partes, buscando siempre mitigar el sufrimiento y sentar las bases para una paz duradera y justa.
El Derecho Internacional Humanitario (DIH) es un conjunto de normas que, por razones humanitarias, busca limitar los efectos de los conflictos armados. Su objetivo principal es proteger a las personas que no participan o han dejado de participar en las hostilidades, así como restringir los medios y métodos de guerra. El DIH se aplica únicamente en situaciones de conflicto armado y no aborda la cuestión de si un Estado tiene derecho a recurrir a la fuerza, lo cual está regulado por el ius ad bellum. Entre sus principios fundamentales se encuentran la distinción (entre combatientes y civiles, y entre objetivos militares y bienes de carácter civil), la proporcionalidad (evitar daños excesivos a civiles en relación con la ventaja militar esperada), la humanidad (prohibición de causar sufrimientos innecesarios) y la necesidad militar. Las principales fuentes del DIH son los Convenios de Ginebra de 1949 y sus Protocolos Adicionales, así como el derecho internacional consuetudinario. Es un marco legal vital para salvaguardar la dignidad humana en tiempos de guerra y es el pilar sobre el que se asienta gran parte del trabajo del CICR.
Desafíos Actuales para la Consolidación de la Paz en Colombia
La situación en Colombia, tal como ha señalado la presidenta del CICR, se enmarca en un contexto de crecientes tensiones a nivel regional. Estos factores externos, sumados a las dinámicas internas, complican aún más la ya frágil senda hacia la consolidación de la paz. La implementación del Acuerdo de Paz de 2016 ha enfrentado numerosos obstáculos, incluyendo la persistencia de grupos armados no estatales, la emergencia de nuevas violencias y la dificultad del Estado para garantizar una presencia efectiva y segura en todos los territorios, especialmente en zonas remotas y estratégicas como el Cauca.
La lucha por el control territorial y de economías ilícitas sigue siendo un motor clave de la violencia, afectando desproporcionadamente a las comunidades rurales e indígenas. La protección de los derechos humanos y el respeto al DIH son esenciales para romper estos ciclos de violencia y construir una paz sostenible. El llamado del CICR no es solo una advertencia, sino también un recordatorio de la responsabilidad compartida de todas las partes involucradas para proteger a los civiles y adherirse a los principios humanitarios fundamentales.
El mensaje de Spoljaric es un claro llamamiento a la acción. La comunidad internacional y las autoridades colombianas deben redoblar sus esfuerzos para garantizar el respeto del DIH y la protección de la población civil. La persistencia del diálogo confidencial del CICR con todas las partes en conflicto es una herramienta indispensable para lograr este objetivo, incluso en los momentos más difíciles. Este diálogo busca recordar a los actores armados sus obligaciones y promover prácticas que minimicen el sufrimiento humano. La visita de la presidenta del CICR a Colombia en este tramo final de 2025 no solo ha puesto de manifiesto la gravedad de la crisis humanitaria, sino que también ha reafirmado el compromiso inquebrantable de la organización con el pueblo colombiano. La búsqueda de la dignidad, la paz y la estabilidad para las comunidades afectadas sigue siendo la prioridad, y el trabajo incansable del CICR es un testimonio de esa dedicación, esperando que sus advertencias sean escuchadas y se traduzcan en acciones concretas que salven vidas y construyan un futuro más esperanzador.