En una guerra de desgaste a gran escala, como se ha convertido la invasión rusa de Ucrania, el relato cuenta y mucho. En las últimas horas los contendientes en liza discrepan sobre un punto decisivo y definitorio. Los avances territoriales sobre el Donbás del ejército ruso en las recientes fechas se habrían culminado. Pokrovsk, importante localidad del óblast disputado de Donetsk, quedaría a un paso del control total en manos de las tropas leales al Kremlin.
La información se ha convertido en un arma tan potente como la artillería en el complejo tablero de la guerra en el Este de Europa y así es como la batalla por el relato ha cobrado una importancia capital. En las últimas horas, la atención se ha centrado en Pokrovsk, una localidad estratégica la provincia de Donetsk, epicentro de intensos combates. Mientras el Kremlin ha proclamado su captura total, las autoridades ucranianas desmienten categóricamente estas afirmaciones, asegurando que sus fuerzas mantienen el control de zonas clave. Esta discrepancia surge en un momento delicado, justo antes de la esperada llegada a Moscú de Steve Witkoff, enviado del presidente estadounidense Donald Trump, para abordar posibles vías de negociación en el conflicto.
La situación en el frente oriental de Ucrania, particularmente en la región del Donbás, sigue siendo extremadamente volátil. Los avances territoriales del ejército ruso en las últimas semanas han sido significativos, y Pokrovsk, un importante centro industrial y ferroviario, se ha erigido como un objetivo primordial. La toma de esta ciudad representaría un paso crucial para Moscú en su intento de consolidar el control sobre la totalidad del óblast de Donetsk. Sin embargo, el Ejército ucraniano, a través de un comunicado, ha negado rotundamente la caída de la ciudad, calificando las informaciones rusas de «no ajustarse a la realidad» y de ser un intento de vender deseos como hechos consumados.
Pokrovsk, con una población que superaba las 60.000 personas antes del inicio de la invasión a gran escala en febrero de 2022, es mucho más que una simple ciudad. Su ubicación geográfica la convierte en un nudo de comunicaciones vital para el transporte y la logística militar. La presencia de una importante vía ferroviaria que la atraviesa es fundamental para el movimiento de tropas, armamento y suministros, tanto para las fuerzas rusas como para las ucranianas. Por ello, el control de Pokrovsk no solo tiene un valor simbólico, sino que también confiere una ventaja operativa considerable a quien lo ostente. La captura de esta localidad permitiría a Rusia consolidar sus líneas de suministro y abrir nuevas rutas para futuras ofensivas en la región de Donetsk, acercándose a su objetivo declarado de controlar la totalidad del óblast, del que actualmente ya ostenta tres cuartas partes y su capital homónima.
El presidente ruso, Vladímir Putin, no ha tardado en celebrar lo que sus comandantes han presentado como una victoria decisiva. En un vídeo fechado este lunes, pero publicado por el Kremlin el martes 2 de diciembre de 2025, Putin agradeció a los altos mandos militares, destacando la importancia estratégica de Pokrovsk. «Quiero agradecerles. Esta es una dirección importante. Todos comprendemos su importancia», declaró el mandatario, sugiriendo que el control total de la ciudad contribuiría a los objetivos bélicos más amplios de Moscú. La difusión de este vídeo, estratégicamente programada, buscaba proyectar una imagen de avance y éxito militar ruso en vísperas de la llegada de Steve Witkoff, buscando así fortalecer la posición negociadora de Rusia.
Desde Kiev, la narrativa es diametralmente opuesta. El Ejército ucraniano ha insistido en que sus fuerzas no solo resisten en la parte norte de Pokrovsk, sino que también llevan a cabo ataques periódicos contra las tropas rusas en el sur de la ciudad. Además, aseguran mantener bajo un control reforzado sus propias rutas logísticas, desmintiendo cualquier colapso de sus defensas. El 7º Cuerpo de Respuesta Rápida de las tropas de asalto aerotransportadas de Ucrania fue contundente en sus declaraciones a Reuters: «Con su declaración sobre la captura de Pokrovsk, el enemigo, no por primera vez, está tratando de vender sus deseos como realidad». Esta afirmación subraya la constante guerra de información que acompaña al conflicto armado, donde la moral de las tropas y la percepción pública son elementos cruciales.
Las autoridades ucranianas también han hecho referencia a otras localidades, como Vovchansk y Kupiansk, donde las declaraciones rusas sobre su captura también han sido desmentidas. Esta táctica de negar los avances enemigos y mantener la moral alta es una constante en la estrategia comunicativa de Ucrania. La capacidad de Kiev para mantener el control de la vía ferroviaria en Pokrovsk es un punto clave, ya que interrumpe las cadenas de suministro rusas y dificulta su capacidad para consolidar cualquier avance. La situación en el terreno es fluida y las verificaciones independientes son complejas, lo que hace que la información oficial de ambos bandos deba ser analizada con cautela.
La importancia de Pokrovsk radica en su doble función como centro industrial y nudo de comunicaciones. Desde el punto de vista industrial, la región circundante es rica en recursos y alberga infraestructuras que son vitales para la economía local y nacional. Militarmente, el control de Pokrovsk permite a las fuerzas rusas asegurar una línea de avance hacia el oeste de Donetsk, facilitando la logística y el movimiento de tropas. Finalmente la desinformación juega un papel fundamental en la guerra de Ucrania, influyendo directamente en la percepción pública y la moral de las tropas. Ambos bandos utilizan la propaganda para moldear la narrativa a su favor, magnificando sus éxitos y minimizando sus reveses. Las afirmaciones contradictorias sobre el control de ciudades como Pokrovsk son un claro ejemplo de esta estrategia. La dificultad para verificar la información de forma independiente en zonas de conflicto hace que la población y la comunidad internacional dependan en gran medida de las fuentes oficiales, que a menudo están sesgadas, lo que genera confusión y dificulta la comprensión real de la situación en el terreno, afectando tanto la toma de decisiones políticas como la opinión pública global.
Els fets són que Rusia ha recuperat i controla a hores d'ara aprop d' 1/3 del territori Ukranià i que fins ara no ha arribat de plè l' hivern a la regió.