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BMW i3

La estética de este vehículo es un poco futurista y cuenta con algunos aspectos interesantes, como el hecho de ser bicolor o las llantas.

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Este nuevo vehículo eléctrico supone un gran paso de la marca alemana BMW en todos los aspectos. Si bien hasta hace poco no había entrado demasiado en el mundo de los coches ecológicos, con el i3 ha hecho su entrada por la puerta grande.

Estéticamente se caracteriza por ser un vehículo con cierto aire futurista, aunque sus formas recuerdan un poco a las del Audi A2. La parte delantera se caracteriza por tener unos faros muy modernos, de pequeñas dimensiones, que están flanqueados por una parrilla de diseño contemporáneo, con el color azul dominando, por unos parachoques sobredimensionados y por unos faros antiniebla de dimensiones considerables.

La parte posterior se distingue por ser también muy diferente a la del resto de vehículos del mercado, con un gran conjunto de cristal donde se encuentran las luces en sí, con colores difuminados.

PROPULSOR
El motor es uno de los grandes atractivos de este vehículo, además de ser una gran incógnita su funcionamiento antes de conducirlo. El propulsor en sí sorprende agradablemente por su finura y por su respuesta al acelerador.

El motor permite tres tipos de conducciones: Comfort, Eco Pro y Eco Pro+, entre las cuales hay diferencias, sobre todo entre la primera y las otras dos. Cuando conducimos el vehículo en modo Comfort, si queremos acelerar con rotundidad, da la impresión de que estamos conduciendo un auténtico deportivo, ya que entrega toda la potencia de manera lineal, sin notar ningún cambio de revoluciones ni ningún ruido del motor.

Si queremos que el consumo sea menor tenemos la posibilidad de llevarlo en modo Eco Pro, donde al motor le cuesta más acelerar, pero que permite un ritmo de marcha suficiente. Si queremos que la autonomía sea aún mayor, existe la posibilidad de conducirlo en modo Eco Pro+, en la que el motor responde de forma parecida a la anterior, aunque también pone el aire acondicionado al mínimo posible y algún otro ajuste de motor.

CONSUMO
Ahora continuaremos hablando del consumo, que es posiblemente el único hándicap que tienen los vehículos eléctricos actualmente. La autonomía del i3 se encuentra entre los 100 y los 140 Km, que depende mucho del tipo de conducción que se lleve con él. Donde más consume el vehículo es en carretera a velocidad alta, ya que se producen muy pocos momentos de recarga. En cambio, por ciudad consume muy poco.

El consumo del i3 invierte los términos de un motor de gasolina o diésel. Este vehículo se puede recargar mediante dos sistemas: a través de un enchufe normal que podamos tener en el garaje o mediante una estación de carga rápida, que tarda mucho menos al ser de mucha más tensión. No cabe decir que sale mucho más barato el kilómetro que con un vehículo de gasolina o diésel.

El interior mantiene este espíritu futurista del modelo, con una eliminación de la instrumentación analógica, que ha sido sustuida en su totalidad por la digital. La consola la presiden dos pantallas: la más pequeña, donde se encuentra la información de la velocidad, ordenador de abordo, situación de la carga... y la más grande, que está en la consola central y mediante un joystick se puede configurar prácticamente todo el vehículo con un menú muy intuitivo.

Las calidades interiores son muy buenas. como era de esperar en un vehículo de estas características, con una ausencia total de plásticos, que se han sustituido por piel y madera (que éste lo llevaba como extra).

Los pasajeros delanteros van sentados de forma muy confortable, ya que la amplitud es prácticamente total gracias a la ausencia de la consola central.

Los pasajeros posteriores acceden al asiento de manera cómoda gracias a la obertura invertida de las puertas, aunque el espacio para las piernas podría ser mayor, lo cual sería de agradecer.

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