Jaime Lladó es un gran amante de las furgonetas de la marca alemana Volkswagen. Lleva 25 años coleccionándolas, aunque se inició con otro vehículo de la misma marca, el Escarabajo, pero finalmente decidió especializarse en las furgonetas.
El motivo de este cambio nos lo explica asegurando que «me gusta mucho viajar a la Península o al extranjero y con este tipo de vehículo es más fácil y mucho más cómodo, ya que puedes llevar tu propia cama incorporada». En cuanto a la historia de esta vistosa furgoneta, nos cuenta que la compró en Menorca a un ciudadano inglés que la había adquirido en una subasta de los bomberos en Alemania, ya que utilizaban este tipo de vehículos para el servicio.
Asegura que estaba en muy buenas condiciones y sólo tenía 38.000 kilómetros; únicamente hubo que darle unos pequeños retoques para que quedara en perfecto estado como el que presenta en las fotografías. «Sinceramente –explica– fue una ganga y aprovecho todo el tiempo libre que tengo para conducirla. Suelo viajar a Bélgica y a Alemania a concentraciones, ya que en esos países hay una gran tradición, aunque donde realmente hay una auténtica fiebre por estos vehículos es en Inglaterra.
En los viajes que realizo fuera de Mallorca me acompaña mi hijo, porque le encanta y, a veces, mi mujer, aunque a ella no le entusiasma demasiado».