Juan Mercadal nos muestra un icono de los año 80 y que fue muy popular en temporada de verano y fácil de ver por las carreteras de la Isla. Nos cuenta que hace ocho años encontró en una finca abandonado un Seat Samba 127 que compró y con la ayuda de sus dos hijos y algunos amigos consiguió recuperarlo y ponerlo en funcionamiento. Para ello, y debido al mal estado en el que se encontraba, adquirió un Seat 127 de segunda mano para aprovechar algunas de las piezas para poder llevar adelante el proyecto. Lo de adquirir un 127 era importante, ya que el Samba es un 127 descapotable y adaptado para ser un coche que se utiliza en verano principalmente.
Juan es electricista de profesión, pero nos comenta que a lo largo de estos años ha aprendido algo de mecánica y ha contado con la ayuda de su hijo Sebastià, que estudió mecánica y le ha ayudado a poner en marcha el coche. No se considera un coleccionista, pero junto a sus dos hijos ha conseguido restaurar un R-5, un Escarabajo y este Samba y asegura que ya tiene suficiente. El Renault 5 y el Escarabajo lo utilizan sus hijos, aunque también en verano utilizan el Samba, pues es un coche ideal para esta época del año. El resto del año es poco práctico, pues es imposible mantener el calor en el interior y aunque en la Isla no hace mucho frío no es agradable circular con el viento entrando por todos lados o con mucha ropa para poder combatir las inclemencias del tiempo, algo que impide una conducción fluida.
DESCAPOTABLE
Por lo que respecta al vehículo en cuestión, el Seat 127 Samba era una reproducción local del Fiat 127 Scout creado por el carrocero italiano Rayton Fissore, pero descapotable. Existían dos versiones, una totalmente descapotable y otra semirrígida que tuvieron muy buena aceptación. Se vendía como cuatro plazas, pero se podía hacer biplaza quitando la banqueta trasera. Fueron muy populares y competían con el Méhari de la casa Citröen, que fue toda una estrella en los primeros años 80 y volvía locos a los turistas que llegaban a las zonas de playa en España y los dos archipiélagos.
IDEAL PARA EL TURISMO
Poder circular con el aire en la cara era algo que los turistas no estaban acostumbrados a hacer en sus países de origen, mucho más fríos que el nuestro, y por eso era frecuente que al llegar a España alquilaran vehículos descapotables y el Samba era ideal para ir a la playa y llevar todo lo necesario para pasar un día completo, pues en la parte trasera tenía un maletero que permitía guardar la sombrilla y todos los utensilios necesarios para pasar un día junto al mar. Eran coches muy visibles en verano, pero que desaparecían de la circulación en los meses de invierno.
Por lo que respecta a la empresa que fabricó este coche, se trataba de la catalana Emelba, S.A., una empresa de carrocería que fue fundada en el año 1978 y su especialidad era hacer transformaciones sobre modelos de SEAT, aunque también realizó transformaciones sobre modelos de Talbot, Peugeot, Lada, Citroën y Chevrolet. Emelba tenía un estudio de diseño llamado Elba Design, donde desarrollaba sus modelos. La empresa desapareció en 1986, debido a numerosas deudas con SEAT y a acuerdos fallidos con otras empresas.