El Fiat 500X, el crossover o SUV de la gama 500 de la marca italiana, está teniendo un gran éxito entre el público desde su salida al mercado en el año 2013, al combinar la estética atractiva y juvenil del Fiat 500 y la practicidad del 500L. A esto se añade el hecho de tener ciertas cualidades off-road (no excesivas, evidentemente), que acaban de redondear el conjunto.
La versión que hemos probado es la Off-Road Look, que cuenta con más embellecedores tipo 4X4 que lo hacen más atractivo. La parte delantera se caracteriza por tener unos faros redondeados, con una forma bastante ovalada y original, que están rodeados por una iluminación LED y que van a conjunto con los de los intermitentes, que tienen la misma forma. La parte de abajo del parachoques tiene unas entradas de aire tipo nido de abeja, además de una pieza de plástico que le confiere este aspecto de semitodoterreno que atesora. La parte posterior cuenta con unos faros rectangulares, no muy grandes que están situados de forma vertical. Se parecerían un poco a los del Mini. La zona trasera también cuenta con una parte cromada y con una salida de escape que le da un cierto aire de deportividad.
PROPULSOR
En cuanto al motor, nosotros hemos probado el 1.3 Multijet II de 95 CV de potencia, que nos ha gustado bastante, a pesar de no tener una gran potencia. La cifra de par (200 Nm) le ayuda a tener una aceleración constante muy interesante, aunque en la recuperación es donde se queda un poco corto. Esto viene dado en gran parte por el hecho de tener cinco marchas y la 3ª y la 4ª velocidad son bastante largas.
Los 12,9 segundos que tarda para acelerar de 0 a 100 Km/h es una cifra también un poco alta, aunque no se muestra como un motor «perezoso» en este aspecto en absoluto. Y la velocidad máxima de 172 Km/h es más que honrosa.
En cuanto al consumo, podemos decir que las cifras son muy destacables, ya que la marca ofrece unas cifras de 4'1 litros a los 100 Km en un recorrido mixto, y nosotros hemos conseguido unos 6'2, sin ir con mucho cuidado a la hora de subirlo de vueltas. La verdad es que el consumo fluctúa bastante según como llevemos el coche.
EN CARRETERA
En cuanto al comportamiento en carretera, se trata de un vehículo con bastante aplomo, que traza las curvas de forma rápida, aunque si son cerradas, el 500X tiende a subvirar, cosa que se solucionaría con una suspensión un poco más dura. Aunque a su favor hay que decir que este pequeño inconveniente no se traduce en una pérdida de trazada y sí en una mayor comodidad para sus ocupantes.
INTERIOR
El interior del 500X cuenta con unos materiales de bastante calidad, aunque los plásticos duros están bastante presentes en el diseño del habitáculo. El puesto de conducción es muy cómodo y resulta muy fácil encontrar la postura ideal, cosa que en otros vehículos no ocurre porque el sitio para las piernas es excesivamente justo. En este, todo lo contrario, es muy amplio. La instrumentación del coche es bastante interesante, con una pantalla monocolor de generosas dimensiones en el centro de los marcadores, que para mi gusto son un poco pequeños. Al equipamiento, sin ser espartano, le faltan algunos elementos importantes en cuanto a practicidad, que están como elementos opcionales.