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Honda Jazz Dynamic

Las salinas de la Colònia de Sant Jordi nos han servido como un fondo perfecto para este modelo que cuenta con un cierto toque deportivo de lo más interesante. | Miquel Àngel Llabrés

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Llega al mercado europeo un restyling de la tercera generación del Honda Jazz, un vehículo del segmento B cuya primera unidad fue puesta a la venta en 2001 y del cual se han vendido en España unas 20.000 unidades. Se trata de un vehículo por el que siempre he sentido una cierta debilidad porque aúna tres conceptos fundamentales para mí en un vehículo: la FPC (Fiabilidad, Practicidad y Comodidad). A esta nueva versión del Jazz, la Dynamic, se le añade otro concepto que también es de lo más interesante y que hasta ahora nunca ha ido asociado a este vehículo, que es el de la deportividad. En el diseño exterior este ‘nuevo' Jazz ha recibido pequeños cambios en la parte delantera, con nuevos cromados y luces full led, y en la parte posterior han desaparecido plásticos de color negro que más que ayudar eran una molestia para la vista.

A esta versión más deportiva se le añade unas llantas multi-radio de color negro que combinan a la perfección con el color rojo del vehículo y un difusor y un alerón trasero en la parte posterior, que le dan un cierto toque Type-R también muy interesante.

PROPULSOR
El motor es otra de las grandes novedades de este vehículo, ya que la marca japonesa confía plenamente en los propulsores Earth Dreams de última generación, que sin duda le van muy bien a este modelo. La firma ha acertado de pleno equipando esta serie especial con el motor 1.5 i-VTEC de 131 CV de potencia, que cuenta con unas prestaciones muy buenas en todos los apartados, cosa que hay que valorar.

Es un motor que se ha trabajado para optimizar la eficiencia energética, a base de controlar con mayor precisión el funcionamiento del árbol de levas y la distribución variable, de reducir la fricción de los elementos móviles, de aumentar la relación de compresión y de utilizar materiales más ligeros, entre otros aspectos.

Se trata de un propulsor que equipa un cambio manual de seis relaciones, muy bien equilibradas entre sí. A pesar de no tener turbo, la aceleración de 0 a 100 Km es muy rápida, pues solo necesita 8,7 segundos. Y en la recuperación el motor también tarda más bien poco para volver a revolucionarse en marchas largas, sin que sea su mayor punto fuerte.

El consumo es otro de los apartados donde este modelo tiene muy buenas cifras, ya que los 5,9 litros anunciados por la marca en un recorrido mixto a los 100 Km, nosotros los hemos elevado sólo hasta los 6,6, una cifra más que interesante. El comportamiento en carretera es bueno, gracias a unas suspensiones más duras que en las otras versiones del Jazz, aunque no llegan a ser molestas para la comodidad de sus ocupantes. Se trata de un vehículo bastante dinámico, sin ser eminentemente deportivo, obviamente.

El interior es otro de los apartados en los que el Jazz ha recibido mejoras, tanto en lo que se refiere a las calidades, que huye de los plásticos poco vistosos. Tres adultos caben perfectamente en las plazas traseras, que són fáciles de transformar en más espacio para los paquetes que podamos transportar. Es un sistema que me tiene totalmente enamorado y que no entiendo cómo no hay otras marcas que lo hayan incorporado a sus vehículos. El maletero, por su parte, también es muy práctico y permite meter objetos de tamaño considerable.

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