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BMW X2 2.0d

El propulsor diésel de este modelo de 190 CV ofrece unas prestaciones de lo más interesantes y un comportamiento muy efectivo

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Hace un mes tuvimos la oportunidad de probar este nuevo modelo en su versión de gasolina, que nos gustó mucho en todos los aspectos. Vimos que había un antes y un después de la marca alemana en los modelos X. Muy pronto esta mini revolución llegará al resto de modelos de la marca, cosa que empieza a ser un poco urgente en las berlinas y compactos. Los vehículos de la gama X siguen manteniendo el tipo bien al haber recibido en los últimos años mejoras importantes.
Del modelo X2 cabe destacar una curiosidad: tiene una longitud inferior (4,36 metros) a la del X1 (4,43 metros), una norma que hasta ahora la marca no había vulnerado en ninguna ocasión. De ahí que parezca que soplen nuevos vientos en la firma alemana.
La estética es mucho más agresiva que la del resto de la gama. Esto se ve claramente en el diseño de las luces delanteras y traseras que se han estilizado y alargado, con lo que se consigue esta imagen de vehículo más deportivo. A estos dos detalles se les ha unido el hecho de ser un poco más bajo que el X1, por ejemplo. De la estética del X2 también cabe destacar las entradas de aire de la parte inferior delantera o la doble salida de escape (una a cada lado), detalles gracias a los cuales se realza este espíritu deportivo. Y con el color negro también se gana un punto de elegancia.
En cuanto al motor, nosotros en esta ocasión hemos probado el 2.0d, un propulsor diésel de cuatro cilindros y 1.995 cc, que ofrece una potencia máxima de 190 CV. Además incorpora un cambio automático de 8 velocidades, aunque sin levas en el volante que tal vez le irían bien para sentir un poco más el espíritu deportivo.
Las prestaciones son muy interesantes y más que suficientes, mejores que las que percibimos en el motor de gasolina de potencia parecida.
La velocidad máxima del automóvil es 221 Km/h y se pone de 0 a 100 Km/h en 7,7 segundos. Los ya clásicos modos de conducción diferentes de los modelos automáticos de la marca alemana (ECO PRO, Comfort y Sport) ayudan al conductor a llevar el tipo de conducción que necesite en cada momento.
El modo Eco Pro reduce las prestaciones del vehículo y «esconde» su explosividad, que sale a relucir con casi todo su esplendor en el modo Sport, donde este SUV parece otro. Es como tener tres vehículos en uno solo. El consumo de este modelo es muy equilibrado, ya que los 4,6 litros a los 100 Km declarados por la marca, nosotros los hemos subido sólo hasta los 5,4, que es una cifra más que interesante para un vehículo de sus dimensiones y potencia.
En cuanto al comportamiento en carretera, el X2 incorpora unas suspensiones más bien duras, con lo que el paso por curva es muy bueno, cosa a la que también le ayuda su reducida altura sobre el suelo para un vehículos de sus características.
El interior del X2 es muy equilibrado en cuanto a espacio, ya que cinco adultos pueden viajar de forma cómoda. Las plazas posteriores son bastante amplias, con un espacio más que suficiente para las piernas. Las calidades interiores también son muy buenas, como es norma de la casa, con materiales nobles y detalles que denotan una excelente calidad en todos los aspectos.

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