El Fiat 500 es un vehículo basado en el Fiat Trepiùno, un prototipo presentado en el Salón del Automóvil de Ginebra de 2004 para llegar a su versión definitiva el 2007, que es cuando se presentó este ya mítico vehículo de la marca italiana.
Desde ese año hasta hoy ya han pasado tres generaciones, con carrocerías diferentes, versiones deportivas, eléctricas y eléctricas deportivas, que es una de las últimas novedades de la marca con su Abarth eléctrico, que es un vehículo muy curioso e interesante.
El que nos ha tocado probar a nosotros en esta ocasión es la versión eléctrica más potente de las dos, de 118 CV (sin contar con la Abarth), que es muy práctica para ir por ciudad, pero que también se puede usar por carretera sin problema, aunque la autonomía no sea uno de sus puntos más fuertes. La versión por debajo cuenta con 95 CV, y la versión Abarth estaría en 155.
Este 500 alcanza los 3,63 metros de longitud, 1,69 m de anchura y 1,49 m de altura (mantiene la altura respecto al modelo anterior, pero es 6 cm más largo y otros 6 más ancho) y, ahora, su distancia entre ejes alcanza los 2,32 metros (2 cm más que el anterior 500).
La línea de este modelo es eminentemente continuista, aunque en esta tercera generación hay muchos detalles nuevos, empezando por la parte frontal, cuyos faros se han visto modificados para darle un aire más moderno. La calandra delantera también es nueva, que viene ahora cerrada.
La parte posterior ha recibido pocos cambios respecto a la generación anterior, aunque sigue teniendo este encanto que siempre le ha caracterizado.
En cuanto a prestaciones el Fiat 500e es un vehículo de lo más interesante. La combinación de sus reducidas dimensiones y buenas prestaciones favorece su desplazamiento por carretera y aparcamiento en ciudad.
Esta versión es equiparable a 118 CV de potencia, una cifra bastante alta, gracias a la cual obtiene una aceleración de 0 a 100 km/h en 9 segundos y una velocidad máxima de 150 km/h (limitados electrónicamente).
La batería de este 500e tiene 42 kWh brutos (poco más de 37 kWh netos); su autonomía oficial es de 320 kilómetros, y nosotros hemos conseguido un máximo de 300, que no están nada mal tampoco.
Este modelo es estable en carretera y es previsible en las reacciones. Quizá la dirección podría ser menos asistida.
En el interior hay cambios significativos respecto a la anterior versión, tanto en acabados como en equipamiento. Destaca la pantalla de 10,25» que preside el salpicadero.
En la parte central se sitúan también los botones del climatizador y un hueco con tomas USB y carga inalámbrica opcional. En el extremo delantero de la consola, se encuentra un mando de volumen, freno de eléctrico o el selector de modos de conducción.
Para la instrumentación se recurre a una pantalla de 7 pulgadas. Muestra bastante información e incluso la navegación. A pesar de no ser muy grande, se ve bien.
El acceso a las plazas traseros es un poco complicado para personas adultas, pero pueden entrar bien. Se nota algo el aumento de medidas en los asientos, aunque no está pensado mucho para poder hacer viajes largos con adultos sentados en la parte posterior.
Podéis encontrar y probar este interesantísimo modelo en Autovidal, concesionario situado en la calle Gremi de Forners núm. 8, del polígon de Son Castelló.