La nueva Suzuki GSX-8S presenta multitud de cambios respecto a versiones anteriores, tanto por estética como por motorización y comportamiento en carretera.
Durante este artículo iremos desgranando las mejoras que ha recibido en los diferentes apartados e intentaremos haceros llegar las sensaciones que nos ha proporcionado al manejarla.
Las siglas GSX siempre han sido sinónimo de motos bastante naked pero con un espíritu deportivo del que no se prescinde en el modelo que hoy nos ocupa. En algunas de ellas, lleva la letra R, que simboliza la versión más radical y deportiva de la motocicleta y que no decepciona en absoluto a los que desean más prestaciones.
Estéticamente, la marca nipona ha apostado últimamente en una parte de sus modelos por la doble óptica LED, al lado de la cual se encuentran también unos intermitentes de pequeño formato i también LED, que acaban de formar un conjunto moderno y atractivo. Así se desmarca bastante de la SV650, que ya había quedado un poco anticuada en muchos aspectos.
La parte posterior de la motocicleta se caracteriza por ser muy recortada, con lo que se consigue una estética moderna, aunque en este caso también se penaliza un poco el espacio que queda para el pasajero que va en la parte de atrás, sin que llegue a ser una moto incómoda. Quizá le vendrían bien unas agarraderas para dar más sensación de seguridad.
A diferencia de la SV, que tenia un motor en V, la nueva GSX-8S dispone de un nuevo propulsor bicilíndrico en paralelo de 776 cm3 DOHC y 4 válvulas por cilindro.
Esta motocicleta muestra un buen equilibrio entre potencia suave y controlable a bajas revoluciones, y prestaciones bastante buenas cuando se circula a revoluciones altas. Sus 82 CV son suficientes para divertirse, aunque con un poco más de explosividad a altas vueltas sería un poquito más deportiva.
Monta un acelerador electrónico que permite la selección de tres modos de conducción, que modifican la rapidez en la respuesta al abrir gas. También tiene control de tracción con tres niveles de intervención, que es desconectable.
También viene equipada con cambio bidireccional quickshifter, que permite cambiar de marcha sin tener que usar el embrague ni en reducciones ni al subirlas marchas. Sólo hay que usarlo, sí o sí, al poner primera.
En cuanto al consumo de combustible, la marca anuncia 4,2 litros a los 100 Km, y nosotros conseguimos en un recorrido mixto unos 5,3, que tampoco está mal para una moto de sus características.
Lleva frenos de la marca Nissin con muy buena respuesta de frenada. Monta un doble disco de 310 mm delante, y detrás monta un disco de 240 mm. Además, para aumentar la seguridad lleva ABS de serie, como ya la gran mayoría de motocicletas del mercado.
La instrumentación de la GSX-8S está dispuesta en una pantalla digital TFT de 5 pulgadas, que tiene una buena visibilidad y ofrece mucha información. Se puede cambiar el color de fondo entre blanco y negro. Lleva un puerto USB en el lado izquierdo del cuadro de instrumentos y puede llevar otro debajo del asiento, para cargar el móvil o conectar un navegador.
Podéis encontrar y probar esta interesante Suzuki GSX-8S en el concesionario Tecnicars, situado en la calle Gran Via Asima, nº 11 del polígon de Son Castelló de Palma.