El modelo que hemos podido probar esta semana, el nuevo Hyundai Bayon, es un modelo que entró en el mercado de puntillas, sin hacer ruido, en un período de post-pandemia, cuando la crisis afectava a la economia de todos los ciudadanos.
Entre el poco bombo que se le dio al principio y que estéticamente era un vehículo bastante neutro, sin grandes alardes de diseño, no obtuvo el éxito esperado.
Cuando lo probamos por primera vez ya vimos que era un vehículo muy interesante por descubrir y, ahora, con los ligeros pero importantes cambios que se le han hecho, es un modelo a tener muy en cuenta por muchos aspectos que iremos desgranando.
Estéticamente ha recibido cambios bastante sutiles, pero que le dan un toque más moderno y atractivo. La mayor parte se encuentran en la parte delantera, con un nuevo diseño de las ópticas, el parachoques ubicado debajo de la matrícula o la nueva luz diurna en forma de tira de leds, que recorre todo el frontal.
La parte posterior se desmarca más de la del «Kona» y es prácticamente igual a la de la primera versión, con unas ópticas bastante curiosas, que llaman la atención.
El motor de entrada a gama es un 1.2 atmosférico de 80 CV que se queda un poco corto de potencia. Nosotros hemos podido probar el motor superior, que creemos que es el más equilibrado de la gama, ya que tiene suficiente potencia para poder ir por la carretera con una conducción alegre y segura gracias a la adopción del turbocompresor.
Es el motor 1.0 T-GDi turboalimentado , con 100 CV de potencia y 172 Nm de par. Cuenta además con una interesante hibridación ligera, que mejora el consumo del vehículo.
La aceleración de 0 a 100 la realiza en 11,3 segundos y marca una velocidad máxima de 179 km/h. No son cifras espectaculares, pero sí más que suficientes ya que no se trata de un vehículo deportivo.
En el consumo, las cifras también son más que razonables ya que la marca anuncia 5,3 litros cada 100 km y nosotros hemos conseguido una cifra sólo un poco superior, de 5,8 en una conducción mixta, que está muy bien.
Nuestra unidad contaba con caja manual de seis velocidades pero está también disponible con un práctico cambio automático de doble embrague 7DCT, con siete marchas.
La conducción del vehículo es agradable y los trayectos en carretera se hacen cómodos gracias a unas suspensiones más bien blandas, sin serlo en exceso. De hecho, el dinamismo del vehículo es bueno, aunque prime siempre la comodidad de los ocupantes.
En el interior también se han hecho cambios interesantes y enfocados a la practicidad en la mayoría de casos. Ahora el modelo cuenta con una doble pantalla digital de 10,25 pulgadas, tanto para la instrumentación como para el sistema multimedia. En la anterior versión la pantalla más grande sólo se encontraba en los acabados superiores.
La calidad de las tapicerías también ha mejorado y, aunque aún se encuentran algunos plásticos duros, en general tienen mejor tacto.
El apartado tecnológico en general también se ha visto actualizado con elementos tan interesantes como un sistema de carga por inducción para los móviles, los protocolos de conectividad Apple CarPlay y Android Auto o el sistema multifunción BlueLink, que informa de mucha información como el estado del tráfico, las condiciones meteorológicas, revisiones para el vehículo, etc.
Es un modelo de 5 plazas y aunque no es un vehículo estrecho, está pensado para 4 adultos más que para 5. El espacio para las piernas es suficiente y se pueden hacer trayectos largos sin incomodidades.
La capacidad del maletero también es más que suficiente con 411 litros de capacidad, ampliables hasta los 1.205 abatiendo los asientos posteriores.
Podéis encontrar y probar este interesante y renovado vehículo en el concesionario de Proa Automoción, situado en la calle Aragón, 221 de Palma.