El Ford Puma GEN-E representa un paso importante en la transformación eléctrica de la marca. El Puma llegó a Europa como un crossover urbano con ambiciones claras: combinar una estética atractiva, una conducción divertida y un interior práctico. El éxito fue inmediato, con miles de unidades vendidas en mercados como España, Alemania o el Reino Unido.
Sin embargo, la ausencia de una versión 100% eléctrica empezaba a ser un vacío notable en un segmento donde la competencia se movía con rapidez. Mientras modelos como el Peugeot e-2008 o el Jeep Avenger ganaban terreno, Ford trabajaba discretamente en esta variante eléctrica que por fin ha llegado.
El momento de lanzamiento del Puma GEN-E no es casual. Ford ha apostado por una estrategia de electrificación más pausada que otras marcas generalistas, priorizando la fiabilidad y la experiencia de uso antes que las cifras de lanzamiento. Por eso, aunque muchos esperaban este modelo antes, la marca asegura que el desarrollo ha sido muy minucioso. El GEN-E recoge, de hecho, parte de la experiencia adquirida en proyectos como el Mustang Mach-E, pero adaptada a un formato més compacte i accesible.
A nivel estético, el nuevo Puma GEN-E mantiene una clara continuidad con el resto de la gama. Su carrocería conserva ese aire musculoso y urbano que caracteriza al modelo, con unos pasos de rueda pronunciados y una línea de techo que combina deportividad y funcionalidad.
Sin embargo, el frontal adopta rasgos distintivos del universo eléctrico de Ford: una parrilla carenada, detalles aerodinámicos optimizados y una firma lumínica más moderna. Estos elementos permiten que el coche sea reconocible como un Puma, pero también que se distinga claramente como un vehículo eléctrico de nueva generación.
El apartado mecánico está protagonizado por una motorización eléctrica que apuesta por la eficiencia práctica. La potencia disponible es suficiente para el día a día y la entrega es inmediata, lo que facilita las maniobras urbanas y las incorporaciones rápidas en carretera. La autonomía se sitúa en un nivel coherente para su categoría, permitiendo realizar desplazamientos cotidianos sin preocupaciones. Además, el sistema de carga rápida reduce notablemente el tiempo que el coche necesita para recuperar energía, algo que Ford ha mejorado respecto a experiencias anteriores en su gama eléctrica.
En carretera, el Puma GEN-E sorprende por su equilibrio dinámico. Ford siempre ha destacado por la puesta a punto de sus chasis, y esta versión eléctrica no es la excepción. El reparto de pesos favorece una buena estabilidad, mientras que la suspensión combina firmeza y comodidad de forma acertada. La dirección responde con precisión y transmite seguridad, incluso a ritmos altos. No es un coche deportivo, pero sí un modelo que se siente cómodo, ágil y muy predecible, cualidades que resultan clave para un crossover urbano con aspiraciones polivalentes.
El interior es uno de los aspectos donde más se nota la evolución del Puma. La cabina presenta una configuración muy tecnológica, con pantallas digitales de gran tamaño, una interfaz moderna y un diseño reconocible pero actualizado. No busca crear un interior futurista, sino combinar ergonomía, claridad y calidad en los acabados. Los materiales tienen un tacto agradable y los ajustes transmiten solidez, mostrando un nivel de calidad que supera a varios de sus rivales directos. El sistema multimedia es rápido, intuitivo y compatible con las últimas plataformas de conectividad, algo esencial para el público al que va dirigido este modelo.
En cuanto a la habitabilidad, el Puma GEN-E destaca por un espacio interior más que suficiente, especialmente en las plazas delanteras. La configuración del piso y la integración de la batería permiten mantener un volumen razonable en la parte trasera, donde los pasajeros pueden viajar con comodidad. El maletero conserva una capacidad muy competitiva en el segmento, reforzando la idea de que este es un coche pensado para ser práctico en el día a día. Esta combinación de espacio, ergonomía y equipamiento hace que la experiencia general resulte muy satisfactoria.
El equipamiento del Puma GEN-E es amplio e incluye desde asistentes avanzados de conducción hasta opciones de personalización muy diversas. Los sistemas de seguridad activa están bien integrados y funcionan con precisión, mientras que la dotación tecnológica coloca al modelo entre los más completos del segmento. Es importante destacar que Ford ha querido ofrecer una experiencia equilibrada, evitando saturar al conductor con funciones innecesarias pero proporcionando todas las herramientas que demanda el comprador actual.
En conjunto, el Ford Puma GEN-E es un vehículo que combina diseño, tecnología, eficiencia y dinamismo de manera muy acertada. No intenta ser el eléctrico más revolucionario del mercado, pero sí uno de los más equilibrados y mejor pensados.
Su practicidad, su comodidad y su enfoque tecnológico lo convierten en una opción muy interesante para quienes buscan un eléctrico urbano que también pueda afrontar trayectos más largos con solvencia. Ford ha tardado en electrificar al Puma, pero el resultado demuestra que la espera ha valido la pena.
Podéis ver y probar esta nueva versión de es interesantísimo modelo eléctrico en los concesionarios oficiales de Ford Store Palma y de Ford Inca