El primer ministro griego, George Papandreou, afirmó ayer que su Gobierno hará todo lo necesario para cumplir sus objetivos de reducción del déficit en 2010 y se comprometió a aplicar de manera completa su programa de austeridad presupuestaria.
En un breve encuentro con la prensa en el que no admitió preguntas, Papandreou, quien mantuvo una reunión con el presidente francés Nicolas Sarkozy, no realizó comentarios sobre la posibilidad de que algún miembro de la UE preste asistencia a Grecia.
Gobiernos y responsables de las instituciones europeas trataron de perfilar ayer un plan de urgencia para hacer frente a la grave crisis que afecta a Grecia, que ha colocado a los países del euro en situación de emergencia por primera vez desde que se creó la moneda única hace once años.
Las reuniones y contactos de alto nivel se multiplicaron a lo largo de toda la jornada tratando de definir una estrategia ante la eventualidad de que el Estado griego no pueda financiarse por las vías normales.
Fuentes oficiales alemanas aseguraron en Berlín que ése no es el caso, que Grecia sigue colocando su deuda en el mercado sin problemas, aunque a un coste más alto, y que "ni se plantea" el anuncio inminente de una ayuda financiera europea a Atenas.
Lo que sí están analizando los miembros del euro es una serie de "escenarios" para el caso de que las cosas vayan a peor, según han reconocido las fuentes del Gobierno alemán.
El presidente del Gobierno español y presidente de turno de la UE, José Luis Rodríguez Zapatero, dijo que Europa y los países de la zona euro van a apoyar a Grecia para que supere su difícil situación económica.
"Hay que apoyar a Grecia, y lo van a hacer Europa y el Eurogrupo", indicó Zapatero a su llegada a una cena en Bruselas organizada por el Partido Socialista Europeo, previa a la cumbre informal de jefes de estado y de gobierno europeos de hoy en Bruselas.
"Tenemos que dar una respuesta de unidad Europa y el Eurogrupo que, por supuesto, España apoya", añadió.