El primer ministro británico, Gordon Brown, prometió ayer que luchará "hasta el último segundo de la campaña" para ganar las elecciones del 6 de mayo pese a que los sondeos dan al Partido Laborista como la tercera fuerza ya que el líder t0ry, David Cameron, que se impuso en el último debate televisivo, parece haber consolidado su ventaja tras el auge experimentado por los liberaldemócratas de Nick Clegg.
"El tiempo de los debates ha terminado y el tiempo de las decisiones ha comenzado", subrayó Brown en un acto de campaña en West Midlands. "Seguiremos luchando por el futuro de este país hasta el último segundo de esta campaña electoral", aseguró, si bien quiso dejar claro que no lucha por él sino "por el futuro de este país". En otro acto con deportistas en la universidad de Loughborough, Brown afirmó que "hay que tener una reserva interna de determinación y de capacidad de recuperación para responder cuando te pasa de todo". "Es un buen lema intentarlo más duro, trabajar más y cavar más hondo; eso es lo que tengo que hacer yo en los próximos días", reconoció el primer ministro, al que todos los sondeos dan como perdedor. El primer ministro sufrió un duro revés este miércoles tras llamar "intolerante" a una votante laborista a la que luego tuvo que pedir perdón en persona. De ahí que el que su predecesor en el cargo Tony Blair intentara romper una lanza en su favor subrayando que "ser primer ministro es un trabajo duro" e insistiera en que los laboristas "tienen todas las opciones de ganar". Blair, que ha estado ausente de la campaña electoral salvo por un acto el mes pasado en su antigua circunscripción, consideró que Brown "no ha fallado" en su gestión en Downing Street y opinó que ésta ha sido una campaña "extraña" por los "debates y quién está arriba y abajo y los sondeos".
Por su parte, el líder conservador, David Cameron, al que los sondeos dan como ganador del último debate televisivo, dijo estar "cansado" tras el programa del jueves y no quiso lanzar las campanas al vuelo.