El ex presidente de Cajasur, Santiago Gómez Sierra, aseguró que "no es tiempo de buscar causas, culpabilidades y cruzar acusaciones institucionales o políticas" en relación con la intervención del Banco de España a la caja de ahorros cordobesa, después de que el consejo de administración de ésta rechazase una fusión con Unicaja. En este sentido, explicó que la historia de la fusión Unicaja-Cajasur "sólo se puede entender por la falta de confianza".
En una entrevista publicada en el Diario de Córdoba, Gómez Sierra afirmó que tiene la "serenidad" de haber tomado una decisión "importante" para la entidad con "convicción y honestidad, pensando qué era lo mejor para los impositores, los trabajadores y Córdoba". Por eso, hizo un llamamiento a la "responsabilidad social" para que se supere esta situación "con el menor coste social, laboral y ciudadano".
El ex presidente de Cajasur aseguró que tomaron la decisión de no fusionarse con Unicaja y pedir la Banco de España la intervención, ya que la responsabilidad con Córdoba y con el empleo fue para Cajasur una "prioridad" desde el primer momento. "Habíamos advertido hace semanas que no aprobaríamos un proyecto de fusión sin un acuerdo laboral cierto, conforme acordamos en el protocolo de fusión hace casi un año".
"Lo acaecido no es sino consecuencia de un incumplimiento más, de cuyas consecuencias habían sido advertidas las partes y las instituciones", sostuvo Gómez Sierra, quien agregó que "el destructivo proceso de negociación en el que se ha empeñado la contraparte ha provocado que no existiese confianza, y así es muy difícil avanzar y creer en un proyecto ilusionante de futuro".
Por este motivo, calificó la historia de la fusión como un proceso de "desencuentros, teñida de falta de confianza", debido a que, según explicó, "ha habido muchos acuerdos que se han replanteado, reescrito e incluso incumplido".
En cuanto a la intervención por parte del Banco de España, consideró que ésta ha sido "la única opción responsable" en estas circunstancias. "La caja se iba desangrando día a día en una dinámica de inactividad en este proceso y mantener esta situación al arbitrio de lo que una parte hubiese querido hubiera supuesto lo peor para los impositores y trabajadores". Incluso, afirmó que Cajasur ha ido perdiendo solvencia en los últimos meses "en los que ha estado gestionada por Unicaja".
Por esos motivos, Cajasur solicitó la ayuda del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) que "evita la insolvencia y da seguridad a los impositores y a la sociedad". Con todo, reconoció que había voluntad de aprobar el proyecto de fusión en la fecha límite señalada por el Banco de España si existía un acuerdo laboral, aunque fuese de principios, firmado pro ambas partes. "El viernes a las ocho de la tarde no había principio alguno y quien diga lo contrario miente", expresó.
"Mostré al consejero de Economía mi voluntad de aprobar el proyecto de fusión si existía algún documento firmado, pero no había nada", aclaró el ex presidente de Cajasur, que reiteró que la decisión del consejo de administración ha sido "consecuente" con lo anunciado "en muchas ocasiones". No obstante, le deseó "lo mejor" a Unicaja, después de esta decisión.
Al ser preguntado por las numerosas críticas que recibió la Iglesia por esta decisión, Gómez Sierra señaló que "quien más pierde aquí es la Iglesia, pues pierde patrimonio, representación y obra social".