El Tesoro Público colocó ayer 2.999,89 millones de euros en obligaciones a 15 años, la cantidad máxima que pretendía distribuir entre inversores, aunque para ello tuvo que elevar el interés desde el 4,444 por ciento de la subasta anterior de estos títulos hasta el 5,145 por ciento, el nivel más alto desde el año 2000. Según datos del mercado recabados por Efe, el Tesoro Público pretendía captar en la subasta de ayer entre 2.000 millones y 3.000 millones de euros.El respaldo de los inversores fue clave para la buena marcha de la subasta, ya que solicitaron 7.721,62 millones de euros de este tipo de deuda a largo plazo, lo que supone dos veces y media el importe finalmente adjudicado.
Tanto el nivel solicitado por los inversores institucionales como el finalmente repartido fue muy superior al de la anterior subasta de obligaciones a 15 años del 22 de abril, en plena ola de tensión de los mercados europeos tras el alza del déficit público de Grecia. En aquella ocasión, el Tesoro pudo adjudicar 2.103,81 millones, frente a los 3.772,01 solicitados por bancos, fondos y otros inversores.
No obstante, el interés que tiene que ofrecer el Estado para captar la atención de los compradores sigue en aumento, como demuestra el hecho de que para las obligaciones de deuda a 15 años se haya superado la cota del 5 por ciento, lo que no se producía desde 2002. Además, el interés marginal ofrecido en la subasta de ayer es el más alto desde 2000, según las series estadísticas del Tesoro Público.
El coste de financiación del Estado se ha incrementado considerablemente desde que estalló la crisis griega y desde que a finales del pasado mes de abril la agencia Standard & Poors volvió a rebajar la calificación de la deuda a largo plazo de España. En junio, el Tesoro adjudicó más de 16.500 millones de euros, frente a los más de 34.200 solicitados por las entidades, y durante el mes de julio tuvo lugar sólo una subasta, de bonos a cinco años, en la que se colocaron 3.500 millones con un interés marginal del 3,727 por ciento, ligeramente superior al 3,580 por ciento de la anterior.
Esta última subasta es la primera que lleva a cabo el Tesoro después de que la agencia de medición de riesgos Moody's pusiera en vigilancia la calificación de la deuda española, ante una posible rebaja, por el deterioro de sus perspectivas de crecimiento económico, a corto y medio plazo. El Tesoro, que todavía tiene que celebrar varias subastas en lo que queda de julio, afronta este mes el vencimiento de deuda pública por valor de 24.700 millones.