Los documentos militares filtrados por la organización "Wikileaks" dan a conocer nombres, fuentes de información y operaciones en la guerra de Afganistán, según la Casa Blanca, que calificó de "alarmante" el daño que esas revelaciones pueden hacer. En su rueda de prensa diaria, el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, indicó que los cerca de 91.000 informes de campo "no contienen grandes nuevas revelaciones" pero sí detallan "nombres, operaciones, personal"."Si eso se ve afectado tiene un efecto comprometedor en nuestra seguridad", destacó Gibbs, quien indicó que el presidente de EEUU, Barack Obama, considera "alarmante" la filtración.Entre otras cosas, los informes militares revelan operaciones encubiertas, muertes de civiles de las que nunca se informó públicamente y denuncian la ayuda de los servicios secretos paquistaníes al movimiento talibán.
Gibbs afirmó que EEUU ha logrado progresos en sus lazos con Pakistán y las presiones de Washington han "mejorado esta relación" y logrado que Islamabad esté más dispuesto a tomar medidas contra los refugios de los insurgentes en su territorio. No obstante, admitió que la situación dista aún mucho de ser perfecta.
"Sabemos que la situación actual es inaceptable y tenemos que seguir haciendo que esta relación avance en la buena dirección", destacó el portavoz.
Tras la publicación de los documentos el domingo, la Casa Blanca emitió de inmediato una condena tajante. En un comunicado, el consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, el general James Jones, indicó que las filtraciones "ponen en peligro las vidas de los estadounidenses y de nuestros socios".
Concienciación
Por su parte Gobierno afgano expresó ayer su deseo de que la filtración de un gran número de informes militares estadounidenses sirva para "concienciar aún más" a las potencias extranjeras sobre dos problemas en los que había insistido: la muerte de civiles y los refugios terroristas en Pakistán.
En una rueda de prensa en Kabul, el principal portavoz presidencial, Wahid Omar, explicó que Karzai se mostró "sorprendido" por los más de 90.000 documentos filtrados a la organización "Wikileaks", pero no por su contenido, ya que el Gobierno afgano "ha reiterado su preocupación desde hace tiempo" por ambos asuntos en particular.
Sobre el papel desempeñado por el espionaje paquistaní (ISI) en la guerra afgana, Omar dijo que desde 2006, cuando aumentaron los ataques terroristas de gran envergadura, el Gobierno afgano ya avisó de que el éxito militar en el país centroasiático dependía de las áreas tribales paquistaníes.
"No tendremos un Afganistán seguro si no prestamos atención a los sitios donde el terrorismo se alimenta, donde se les da refugio y motivos ideológicos para efectuar sus ataques en Afganistán", zanjó el portavoz.
En los círculos diplomáticos afganos, el ISI acostumbra a ser el blanco de muchas críticas, especialmente por su supuesto apoyo a las redes talibanes y por la teoría de la "profundidad estratégica", según la cual Islamabad busca ampliar su influencia en Afganistán apoyando a los grupos pastunes, también presentes en su territorio.