La economía española creció un 0,2 por ciento en el segundo trimestre del año, con lo que encadena dos trimestres consecutivos en positivo, después de que saliera de la recesión en los primeros tres meses del año al crecer un 0,1 por ciento, pero descendió un 0,2 por ciento en tasa interanual, según el boletín económico del Banco de España del mes de agosto. La entidad cree que el Gobierno debe prepararse para adoptar nuevos recortes fiscales para reconducir el déficit.
Según el banco emisor, la actividad mantuvo durante el segundo trimestre "una pauta de recuperación similar a la del primero", en un entorno de acusada volatilidad de los mercados financieros y de crisis de confianza "muy aguda". Sin embargo, advierte de que la consolidación de la recuperación que ha iniciado la economía, con tasas de crecimiento que "seguirán siendo débiles todavía durante algunos trimestres más", requiere "una pronta y firme instrumentación de los planes de consolidación fiscal comprometidos y de las reformas estructurales aprobadas o anunciadas".
Más aún, el Banco de España considera que el plan de consolidación fiscal está sujeto a "riesgos apreciables", pues cuestiones como el techo de gasto para 2011 o los recortes en las comunidades autónomas deben ser "detalladas". En este sentido, avisa de que "el Gobierno debe estar preparado para instrumentar medidas fiscales restrictivas adicionales si la consecución de los objetivos presupuestarios se viera en peligro".
"Así, el seguimiento de la ejecución presupuestaria y la rápida puesta en práctica de las medidas ya aprobadas resultan cruciales en la coyuntura actual de manera que se garantice la credibilidad de la senda de ajuste en el medio plazo", apostilla.
Por otro lado, el Banco de España concreta que, por el lado del gasto, el retroceso de la demanda nacional se atenuó notablemente en el segundo trimestre, con un descenso interanual del 0,8 por ciento, como consecuencia, sobre todo, del repunte del consumo privado, al tiempo que la aportación positiva de la demanda exterior neta se reducía hasta 0,6 puntos porcentuales del PIB.
Así, mientras que, a su juicio, las condiciones de financiación a las que se enfrentan las entidades de crédito, las empresas y las administraciones "siguen siendo sustancialmente más restrictivas que las existentes en trimestres anteriores", el gasto en consumo de los hogares mantuvo la tónica de recuperación de los meses previos, estimándose una tasa intertrimestral del 0,7 y del 1,5 por ciento.