Los mineros que durante 70 días permanecieron atrapados a 700 metros de profundidad en la mina San José, en el norte de Chile, afirmaron que el pasado 5 de agosto avisaron del peligro tres horas antes del derrumbe que los sepultó y los ejecutivos de la empresa no les dejaron salir.
Así lo señaló ayer, en declaraciones a medios locales, el diputado Carlos Vilches, miembro de la Comisión que investiga el accidente en esa rama del Parlamento chileno, quien precisó que algunos de los trabajadores rescatados están dispuestos a ratificar esas palabras en esa instancia del Legislativo.
Vilches dijo que Juan Illanes, uno de los rescatados, le relató que en las horas previas al derrumbe, el pasado 5 de agosto, los trabajadores advirtieron de que los crujidos de roca en la mina San José eran más fuertes que de costumbre y pidieron volver a la superficie, lo que les fue negado por el gerente de operaciones de la explotación, Carlos Pinilla.
"Me señaló (Illanes) que a las 11 de la mañana empezaron a sentir ruidos muy fuertes. Pidieron salir y les negaron el permiso. Ellos (los mineros) piensan que hubo negligencia de los dueños y gerentes", precisó el diputado.
"Las condiciones y el riesgo eran cosa sabida, pero estos señores actuaban como si lloviera. Lo razonable era sacarlos", añadió Vilches, quien también confirmó que varios ya han accedido a dar su testimonio.
La versión de Illanes fue confirmada por sus compañeros Jimmy Sánchez y Omar Reygadas. "La mina estaba sonando y nos dejaron adentro, pero no puedo hablar más de eso", respondió Sánchez al ser preguntado al respecto por los periodistas.
"Yo estaba en un cargador, cuando ocurrió. Después escuché lo de la llamada. Debe haber sido el jefe de turno (Luis Urzúa) o el capataz (Florencio Avalos). Uno de ellos se contactó con Pinilla. Sabía muy bien lo que pasaba en la mina, así que no puede negarlo. Hacía varios días que estaba crujiendo. Yo me presentaré ante la comisión investigadora. Es mi deber", indicó por su parte Reygadas.
Cristián Barra, asesor del Ministerio del Interior, que estuvo en la mina durante todo el rescate, coincidió también en que había señales que presagiaban el colapso. "La opinión de los expertos de Codelco es que esto no ocurrió de un minuto a otro, sino que necesariamente existieron señales de que podía ocurrir un derrumbe", explicó Barra al diario La Tercera.
Miguel Valenzuela, un ex trabajador de San José, manifestó al mismo diario que su amigo Jorge Galleguillos, otro de los rescatados, le contó que el "goteo" (desprendimientos de rocas) y los crujidos eran increíblemente violentos.
Valenzuela agregó que el miércoles 4 de agosto un camionero de las empresas contratistas advirtió al mismo gerente Pinilla del inminente hundimiento del yacimiento. "Nadie lo escuchó. Y eso que le había caído como media tonelada de tierra y piedras sobre el camión. Las cajas (paredes del cerro) explotaban a cada rato", explicó Valenzuela.