La Unión Europea acordó ayer establecer contactos políticos con Cuba y comenzar a explorar vías para un nuevo acercamiento a la isla, lo que supera aunque no revoca por ahora la llamada "posición común".
Los ministros comunitarios de Exteriores encargaron a la Alta Representante, Catherine Ashton, que establezca contactos políticos con Cuba a fin de explorar posibles formas de avanzar en una relación bilateral.
La decisión fue un típico compromiso de la UE entre los países que buscaban poner fin a la "posición común", que limita las relaciones y tanto disgusta al Gobierno de La Habana.
El acuerdo fue apoyado por un grupo de países que, encabezados por España, lo consideran un reconocimiento a los cambios de los últimos meses en Cuba -como la liberación de 42 presos políticos y el anuncio de algunas reformas económicas-, frente a los socios más escépticos que creen que esas medidas de La Habana no son aún suficientes.
La ministra española de Exteriores, Trinidad Jiménez, que se estrenaba en el cargo, consideró de forma muy positiva que con esta decisión de hoy, la "posición común" "queda superada" y derogada "de facto", ya que el marco existente hasta ahora "cambia completamente".
"Hemos dado un paso fundamental para avanzar hacia un marco bilateral de relaciones entre la UE y Cuba", subrayó Jiménez tras su primer Consejo de Ministros de Exteriores de la UE tras sustituir la pasada semana a Miguel Ángel Moratinos.
Catherine Ashton, por su parte, destacó que planea presentar un informe en diciembre al Consejo de la Unión Europea acerca de los resultados de sus contactos.
La responsable de la Política Exterior comunitaria explicó que la Unión busca abrir un "periodo de reflexión" para, dentro del marco de la "posición común", "ver si podemos avanzar".