El jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, advirtió ayer al PP de que para ganar las elecciones municipales hay que merecerlo y afirmó que el PSOE va a merecer esa victoria manteniendo sus señas de identidad pese a la crisis y haciendo una campaña en favor del empleo y lejos de todo rifirrafe.
Zapatero clausuró en Sevilla la Convención Municipal del PSOE, que ha reunido a unos 2.000 alcaldes y concejales socialistas para perfilar el programa marco del partido en las próximas elecciones locales y donde todos los participantes han orillado el debate sobre la sucesión de su líder.
A ellos les pidió Zapatero que la campaña para el 22-M sea ante todo a favor del empleo, pero que no se olviden de que el PSOE mantiene "intactas" sus señas de identidad en favor del Estado del bienestar, la protección social y la igualdad.
Advirtió además, de que en todos los cambios y reformas que suponen un avance hacia la igualdad y las políticas sociales "siempre hay una impronta" del PSOE.
Según él, el PP carece de ideas y de programas y utiliza siempre en su discurso "cuatro o cinco palabras" para responder a todo, que son: "La-culpa-es-de-Zapatero". "No se esfuerzan mucho en ideas y programas", ironizó Zapatero, que desearía que los dos grandes partidos contrastaran sus proyectos.
Y cuando el PP se expresa, que "casi siempre lo hace de medio lado", agregó, hay situaciones "perplejas", porque "la derecha siempre ha sido muy original", hasta el punto de que ahora su portavoz económico, Cristóbal Montoro, "está a la izquierda de Méndez y de Toxo".
"El PP está convencido de que va a ganar de calle las elecciones. Se les olvida sólo una cuestión que yo tengo presente cada minuto: para ganar unas elecciones hay que merecerlo", subrayó.
Frente a ello, garantizó que el PSOE va a merecer el triunfo y lo hará "trabajando con humildad" y asumiendo errores y responsabilidades. "No tengáis ninguna duda -dijo- de que quienes alimentan la desconfianza hacia la vida pública y política casi siempre son aquellos que tienen mucho poder sin la política, sin las instituciones democráticas y quieren tener aún más".
Contra ellos piensa dar la batalla avalado por lo que han supuesto los gobiernos del PSOE en cuanto a avances en igualdad, bienestar social y cohesión.
En cualquier caso, dejó claro que, para el PSOE, ésta no será "una campaña de rifirrafe", porque el país necesita acuerdos, propuestas, seriedad y rigor. "Frente a la crisis -dijo-, unidad y no confrontación, responsabilidad colectiva, como han demostrado empresarios y sindicatos".
Durante su alocución, situó el ahorro energético como el tercer gran objetivo, tras la recuperación económica y el empleo.
Un compromiso cuya defensa reclamó con "vigor y fuerza", en contra, por ejemplo, de quienes defienden las desgravaciones fiscales para comprar una vivienda.
Aprovechó para apostar por un cambio conceptual del suelo y de la vivienda para evitar "un riesgo de cara al futuro a medio plazo" y, a la vez, "abrir la puerta" a las políticas que favorecerán el nuevo modelo económico.
Zapatero salió en defensa de los inmigrantes lanzando un mensaje de convivencia: "Nuestros principios nos hacen inmunes frente al populismo más intolerable en democracia, que es la xenofobia y utilizar la inmigración para ganar un voto".
Quiere, por eso, que los ayuntamientos lideren la aplicación de la futura ley de igualdad de trato y no discriminación.