Pese al férreo despliegue policial, los iraníes atendieron ayerlos llamamientos de la oposición y trataron de manifestarse tanto en Teherán como en otras ciudades del país, donde, según informaron testigos, hubo disturbios y se practicaron numerosas detenciones, entre ellas la del cónsul de España. Al menos una persona resultó muerta y varias más heridas en las manifestaciones que la oposición iraní convocó en Teherán, informó la agencia de noticias local Fars.
El medio, que cita fuentes anónimas propias, no detalla en qué lugar de la capital se produjeron los incidentes y se limita a indicar que fueron víctimas de armas de fuego.
Fuentes diplomáticas informaron a Efe de que uno de los arrestados fue el cónsul general de España en Irán, Ignacio Pérez Cambra, quien estuvo retenido durante más de cuatro horas y media en una comisaría para extranjeros antes de ser liberado, sin que se hayan hecho públicos los motivos.
Pérez Cambra fue abordado por seis hombres de paisano cerca de la legación española, en el norte de la capital, cuando se hallaba junto a uno de los chóferes.
La oposición iraní, por su parte, denunció que un número indeterminado de personas fueron igualmente arrestadas en la ciudad de Isfahan, en el centro del país, y en Teherán, donde se produjeron enfrentamientos entre efectivos de las fuerzas de Seguridad y manifestantes.
Diferentes testigos añadieron que los agentes iraníes volvieron a usar gases lacrimógenos y balas de fogueo para dispersar a la gente, que de forma silenciosa y en grupos dispersos se había desplazado a la emblemática plaza Azadí, en suroeste de la ciudad.
La movilización había sido convocada por los mismos líderes de la oposición reformista que en junio de 2009 denunciaron como "fraudulenta" la polémica reelección del presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad.
En aquella ocasión, cientos de miles de personas se echaron a las calles del país para apoyar las reclamaciones de la oposición, en una oleada de manifestaciones populares que fueron reprimidas con violencia.
En la represión de hace dos años, perdieron la vida una treintena de personas, según cifras oficiales, y más de setenta de acuerdo con el cómputo de la oposición, y millares más fueron arrestadas.