El Banco Central Europeo (BCE) ha revisado al alza sus expectativas de inflación para este año y el próximo como consecuencia del alza de precios de la energía y otras materias primas, que, en el caso de 2011 sitúan el rango de expectativas de inflación de la institución entre el 2 por ciento y el 2,6 por ciento, por encima del objetivo de estabilidad del banco, ante lo que el presidente de la entidad, Jean Claude Trichet, ha reconocido que una subida de tipos en abril "es posible".
De hecho, el presidente del BCE renunció en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno del BCE a calificar de "apropiados" los actuales tipos de interés, tal y como ha venido haciendo durante meses, y en cambio sí reconoció que una subida de tipos en abril "es posible", aunque subrayó que esta decisión "no es segura" ya que la institución no asume ningún compromiso previo en sus decisiones de política monetaria.
Así, el banquero francés calificó de "muy acomodaticia" la actual postura monetaria del BCE y al mismo tiempo garantizó una "fuerte vigilancia" de la evolución de los precios y las expectativas de inflación, una expresión utilizada tradicionalmente, aunque no siempre, por Trichet en las reuniones previas al anuncio de subidas de tipos.
El marcado endurecimiento de la postura del BCE se produce ante el repunte de la inflación armonizada como consecuencia del repunte de precios de la energía y las materias primas, que según el dato adelantado de Eurostat alcanzó en febrero el 2,4 por ciento, muy por encima del objetivo de estabilidad de precios de la institución, que fija un objetivo de inflación ligeramente inferior al 2 por ciento.