El Fiscal de Seguridad Vial, Bartolomé Vargas, anunció ayer que todos los conductores que provoquen un accidente de tráfico con resultado de muerte o heridas graves, serán imputados inicialmente por el delito de homicidio imprudente o lesiones, siempre que hayan cometido una imprudencia grave.
En una rueda de prensa en la que ha ofrecido datos estadísticos sobre los delitos de seguridad vial, Vargas ha detallado cuatro de estos nuevos supuestos: conducir a más de 150 kilómetros por hora o con una tasa de alcoholemia superior a la permitida, utilizar el móvil mientras se conduce, no guardar la distancia de seguridad o circular sin respetar los tiempos de descanso.
Vargas ha recordado que el delito de homicidio imprudente está castigado con una pena de cárcel de uno a cuatro años y el de lesiones graves -como daños medulares, cerebrales o politraumatismos severos- con tres meses a tres años de prisión.
"Se pretende elevar la respuesta penal" y "luchar contra lacras como la velocidad o el alcohol al volante", ha subrayado Vargas.
Estas nuevas imputaciones iniciales contra los conductores involucrados en accidentes graves han sido acordadas hoy en una reunión que ha mantenido Vargas con los responsables policiales de seguridad vial de toda España.
Además, en los casos más graves de accidentes de tráfico provocados por una imprudencia grave, la respuesta de los fiscales y la policía judicial será pedir el ingreso en prisión inmediato, el decomiso del coche y la intervención del permiso de conducir, ha comentado el Fiscal de Seguridad Vial, quien ha insistido en que la respuesta para evitar todo ello es la prevención.
Vargas ha detallado que del número de procedimientos incoados en 2010 -110.411-, cifra muy parecida a la del año anterior -110.558-, 71.181 casos corresponden a delitos por conducción etílica, que suponen el 35,5 por ciento del total.
Perseguir de forma más exigente a las personas que conducen en estado de embriaguez y el considerar delito la simple superación de la tasa de alcohol establecida legalmente son algunas de las razones por las que la Policía detecta más este tipo de delitos y que el pasado año aumentaran un 13 por ciento los procedimientos seguidos por conducción etílica, según el fiscal.