El nacionalista Ollanta Humala juró ayer su cargo como nuevo presidente peruano y, en su discurso de investidura, prometió que no copiará ningún modelo extranjero y que habrá una nueva relación entre el Estado y el mercado.
Ollanta Humala juró la Constitución de 1979 y no la vigente de 1993, dictada por el ahora encarcelado Alberto Fujimori, ante el titular del Congreso, Daniel Abugattás, en una sesión solemne del Parlamento.
Humala tomó posesión del cargo sin la presencia del presidente saliente Alan García, que poco antes entregó la banda presidencial en las escaleras de Palacio de Gobierno al jefe de la casa militar.
El nuevo mandatario de Perú prometió que implementará un Gobierno "sin calco ni copia" de ningún otro régimen de la región y subrayo que su principal objetivo será la inclusión social y mantener el crecimiento del país: "un camino propio, un modelo peruano de crecimiento con estabilidad, democracia e inclusión social", dijo Humala.
"Las características de este Gobierno - dijo en su discurso - pueden resumirse en los siguientes términos: reforma, democracia, libertades, inclusión, redistribución, crecimiento, paz con justicia, seguridad, descentralización, transparencia, soberanía y concertación".
Durante un mensaje de casi una hora de duración, el nuevo presidente peruano anunció un aumento en el sueldo mínimo, que pasará de 600 (218 dólares) a 675 soles (245 dólares) en agosto y a 750 soles el próximo año (272 dólares).
Además, dijo que aplicará una "economía nacional de mercado abierta al mundo", que propondrá drásticas sanciones para los funcionarios corruptos, incrementará la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo y fortalecerá el sistema de defensa nacional.
"El Perú es un país plurilingüe y multicultural", dijo Humala, que sufre "el abandono de los políticos y de un Estado insensible, burocrático y centralista",
Según el gobernante, el Estado peruano "le ha dado la espalda al interior del país", y "se niega a subir a los Andes y a extenderse en nuestra Amazonía, (es) un Estado acechado por la corrupción y el despilfarro, alejado de sus ciudadanos, incapaz de protegerlos de la violencia y la criminalidad".
Ollanta Humala se definió como "un celoso guardián del Estado de Derecho y un defensor de los derechos humanos y de la libertad de prensa y de expresión".
"El Perú establecerá una nueva relación entre el Estado y el mercado -dijo Humala -, distinta de las fracasadas recetas extremas del Estado intervencionista o del Estado mínimo y excluyente"
En cuanto a los recurso naturales del Perú, Humala dijo que establecerá "una política de aprovechamiento soberano (...) que garantice la explotación racional y equilibrada del agua, la tierra, los bosques, la biodiversidad, el gas y los minerales".
"Las ganancias extraordinarias de las empresas mineras deben contribuir al esfuerzo nacional en pro del combate contra la pobreza. Los contratos serán respetados y la negociación permitirá (...) que esta significativa contribución beneficie a todo el país".
También dijo que su Gobierno "se hace eco de la alerta mundial sobre cambio climático y se compromete a fortalecer la regulación y dedicarse con seriedad a las labores de preservación de nuestra biodiversidad, del recurso hídrico y de los glaciares".
Ollanta Humala dijo que ejecutará "una política contra las drogas que consolide el modelo peruano de desarrollo alternativo integral y sostenible para convertir a los productores, hoy ilegales, en agentes de una economía legal".