El diario francés "Le Monde" alertaba en su edición de ayer de lo que parece ser un incremento de ataques de tiburones a humanos. El pasado 23 de agosto, un surfista de 49 años edad fue asesinado por un tiburón en las costas de Plettenberg Bay en la costa sur de Sudáfrica. Este accidente es el último de una serie de ataques en las últimas semanas.
El 16 de agosto, un joven turista británico en la luna de miel en las Seychelles, en la isla de Praslin, murió después de ser mordido por un tiburón. Para sorpresa de todos, dijeron los expertos esta semana encontraron un diente de tiburón blanco en la víctima.
Estos tiburones peligrosos por lo general viven en aguas templadas y no son por tanto parte de las especies registradas en esta región tropical. A principios de agosto, el mismo lugar, un turista francés en 36 años también fue asesinado en las mismas circunstancias, pero no se sabe la especie de tiburón responsable del ataque.
En el Lejano Oriente de Rusia el 17 y 18 de agosto, dos personas, un joven de 16 años y un hombre de 25 años, resultaron gravemente heridos por mordeduras de tiburón en la región de Primorie, en la costa norte- oeste del Mar de Japón. Es la primera vez que las autoridades locales tienen noticias de ataques de tiburones en la región. De acuerdo con Vladimir Rakov, profesor de Biología Marina en Vladivostok, también sería un gran tiburón blanco.
En diciembre de 2010, el temor a los escualos surgió después de varios ataques Charmel-Sheikh, Egipto. De acuerdo con un informe elaborado por los investigadores internacionales en la Florida, 79 ataques de tiburones se han registrado en todo el mundo en 2010, de las cuales 6 fueron mortales, lo que representa un aumento del 25% respecto a 2009. Este es el nivel más alto desde 2000. Estados Unidos encabezó la tabla de posiciones con 36 ataques en 2010, por delante de Australia y Sudáfrica.
Todos los expertos coinciden en que este tipo de ataques se explica principalmente por el aumento en el número de bañistas. Con estancias de bajo costo, cada vez más turistas pueden visitar playas que antes eran un lugar reservado para los privilegiados. "Hay más y más gente que nada, por lo que aumenta el riesgo, declara a Le Monde Agathe Lefranc de la Asociación para el estudio y conservación de tiburones y rayas (APEC). Pero a largo plazo, no hay evidencia de un recrudecimiento de los ataques. Las cifras varían entre cinco y diez ataques mortales al año".
Prácticas como la eliminación de los residuos orgánicos en el mar puede aumentar el riesgo. "En Egipto, algunos animadores no dudan en lanzar una gran cantidad de comida al mar para atraer a los tiburones y satisfacer a los turistas hambrientos de emociones", dijo Johann Mourier, doctor en Biología del Centro de Investigación de Polinesia.