José Blanco no quiere dar "pábulo" a las acusaciones que están apareciendo contra él porque no son más que "difamaciones", así que no se dedicará a ir "desmintiendo cada día" lo que ha calificado de "cadena de falsedades". Además, dice que él no ha hecho nada malo y acude a sus convicciones personales para dar prueba de ello: "Soy creyente, hago examen de conciencia todos los días y no tengo nada de lo que arrepentirme". En cambio, la líder del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, afirmó ayer que el ministro de Fomento "no está legitimado" para continuar al frente de su departamento.
El ministro de Fomento y portavoz del Gobierno, José Blanco, se defendió ayer de las acusaciones que aparecen contra él por el 'caso Campeón'. Para defenderse, acudió a sus convicciones más personales, incluso religiosas: "Soy creyente", dijo. Y como creyente, hace "examen de conciencia todos los días", y, en esa piadosa práctica, no ha encontrado "nada" de lo que arrepentirse.
Además, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, le está apoyando "todos los días", con continuos mensajes "de ánimo y de apoyo", y "no sólo esta semana", sino desde que empezaron a trabajar juntos.
El portavoz del Gobierno contestó también acerca de las responsabilidades que él exigió al presidente de la Generalidad, Francisco Camps, por el 'caso Gürtel', y explicó que no quiere entrar en el "juego de las diferencias", porque "no es el momento".
Blanco ha iniciado acciones legales, y recordó que ha solicitado a la juez el levantamiento parcial del secreto de sumario para que esté claro "quién ha vertido falsedades" contra él. Su intención es que "caiga todo el peso de la ley" sobre quién le ha "calumniado gravemente". "He iniciado casos judiciales, el caso está en la Justicia, ahí se va a dirimir y no voy a contribuir a dar pábulo a difamaciones ni falsedades", advirtió.
En cambio, no dijo nada sobre por qué no solicita comparecer en el Congreso de los Diputados a petición propia. Ante esta pregunta, se limitó a reiterar los motivos por lo que la Mesa de la Diputación Permanente del Congreso no aceptó la petición de comparecencia que hizo el PP, y recordó que la Diputación "no se convocó en momentos muy importantes", ni cuando "se mandaron las tropas en Irak", ni con motivo de los atentados del 11 de marzo.
Recordó que el Gobierno no ha concedido "una sola ayuda" a la empresa de Dorribo y que se es un hecho objetivo.