El Parlamento español surgido de las elecciones del 20 de noviembre quedó ayer constituido con una mayoría absoluta del conservador Partido Popular (PP) y con llamadas a la unidad y al consenso frente a la crisis por parte de los nuevos presidentes de las dos cámaras del mismo.
Jesús Posada y Pío García Escudero, dos veteranos dirigentes con un larga trayectoria en el Partido Popular, fueron elegidos por mayoría absoluta presidentes del Congreso de los Diputados y del Senado, respectivamente.
El próximo presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, ha elegido para estos puestos institucionales a dos personas con un perfil moderado y discreto para afrontar una legislatura que se prevé complicada debido a las dificultades creadas por la crisis económica que vive el país.
El nuevo Congreso es más plural que el de los últimos cuatro años al tener más fuerzas representadas, aunque la mayoría siga acaparada por el PP y el Partido Socialista (PSOE), que cuentan con 186 y 110 diputados, respectivamente, de una cámara de 350 escaños.
Sólo el diputado de IU por Asturias, Gaspar Llamazares, se salió del guión, al interrumpir la sesión de constitución del Congreso desde su escaño para protestar a viva voz por la exclusión de su grupo, la tercera fuerza política en número de votos, de la Mesa de la Cámara, que se han repartido PP, PSOE y CiU.
También sorprendió la ausencia del diputado de Amaiur por Navarra, José Ramón Sabino Cuadra, quien alegó motivos personales, en una maniobra que podría facilitar la formación de grupo parlamentario propio a la izquierda abertzale.
Amaiur obtuvo siete diputados en los comicios del 20N, aunque, según el reglamento del Congreso, no podría constituir grupo parlamentario porque no consiguió el 15 por ciento de los votos en la circunscripción de Navarra.
En una situación parecida se encuentra UPyD, cuya líder, Rosa Díez, consideró que sería "terrible" que el PP no facilitara a su partido tener grupo propio porque ello impediría el desarrollo de su tarea de representación política, que ha obtenido el voto de más de 1,14 millones de ciudadanos.
Las fórmulas para acatar la Constitución fueron ayer más variadas que en otras ocasiones.
Así, los seis diputados de Amaiur, los cinco del PNV, los tres de ERC y varios de IU tomaron posesión de su escaño prometiendo acatar la Carta Magna "por imperativo legal", frase que muchos de ellos pronunciaron en el hemiciclo en castellano, euskera y catalán, según su lugar de procedencia.
Incluso el líder de IU, Cayo Lara, estrenó en el Congreso una novedosa fórmula y a su promesa añadió: "Sin renunciar a mis convicciones republicanas".
En su primer discurso como nuevo presidente del Congreso de los Diputados, Jesús Posada se puso a disposición de todos los diputados "sin excepción", después de apelar al diálogo y al consenso que fue posible en un momento como la Transición para que los partidos busquen soluciones compartidas a los "graves problemas" con los que se inicia la legislatura.