La decisión de Twitter de tener la potestad de censurar contenidos en ciertos países ha recibido numerosas críticas tanto en la red como fuera de ella, lo que ha llevado a sus responsables a desmarcarse del término "censura" y reivindicar su compromiso con la libertad de expresión.
"Desde hoy, nos proveemos de la capacidad de bloquear de forma retroactiva contenidos en un determinado país", anunciaba en su blog la compañía californiana que ha desarrollado un sistema para impedir que mensajes que puedan resultar inadecuados en algunas culturas o estados puedan leerse en esos lugares cuando "entidades autorizadas" así lo soliciten.
Sin embargo, este comunicado ha sido matizado por un portavoz de Twitter que, en declaraciones a EFE, ha desvinculado los cambios de la palabra censura y ha concretado que los bloqueos solo se realizarán cuando sean "instados por ley -como siempre ha ocurrido-", en lugar de por los criterios históricos y culturales a los que apelaron en un primer momento, y sólo en el país afectado por el contenido.
A estas alturas, la decisión ha provocado multitud de reacciones en el seno de la red social donde etiquetas como "#censúrameesta, Twitter" o "#CensuraTwitter" se colaban entre los temas más comentados del día.
La sospecha de que la compañía, hasta ahora acérrima defensora de la libertad de expresión en internet, se ha plegado a los deseos censores de ciertos gobiernos con el objetivo de no frenar su expansión internacional inundaba tuiteos y artículos de medios especializados en tecnología.
"Desafortunadamente, es un paso lógico para una plataforma que desea ser aceptada en todo el planeta. Algunas compañías se ven obligadas a hacer serias concesiones en su forma de hacer negocios para satisfacer los caprichos de magnates de negocios, policía secreta y líderes religiosos. Twitter acaba de hacer una de estas concesiones", sostenía la revista "TechCrunch".
En parte, Twitter les daba la razón en su comunicado: "A medida que nos expandimos internacionalmente, tendremos presencia en países que tienen distintas concepciones sobre los contornos de la libertad de expresión".