La prima de riesgo española se disparó ayer hasta su máximo histórico desde la entrada en el euro, 511 puntos básicos, mientras que las pérdidas de la banca arrastraban a la bolsa a su nivel más bajo desde mayo de 2003.
El principal indicador español, el Ibex 35, cerró ayer en 6.401 puntos, lo que supone una caída del 2,17 por ciento en la sesión y un desplome acumulado del 25,27 por ciento desde que empezó 2012.
La difícil situación que arrastran los mercados desde hace varias semanas se intensificaba ayer ante la incertidumbre sobre las soluciones para el futuro de Grecia, por un lado, y para la banca española, por el otro.
La prima de riesgo española -que mide el sobrecoste que exigen los inversores por comprar deuda nacional en lugar de la alemana, considerada más segura- iniciaba la sesión al alza y llegaba poco después a alcanzar su máximo histórico desde la entrada de España en el euro, 513,7 puntos básicos.
Aunque finalmente la prima de riesgo se relajaba hasta los 511 puntos básicos al cierre, el propio presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, reconocía ayer que "es muy difícil financiarse" con el riesgo país por encima de los 500 puntos.
La rentabilidad de los bonos subió ayer hasta el 6,47 por ciento, una cifra que según el miembro del comité ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE) José Manuel González-Páramo no se corresponde con las circunstancias reales de la economía española.
En la bolsa, el protagonismo fue ayer para la banca, después de que la agencia de medición de riesgos Standard & Poor's degradara el viernes la nota de cinco entidades financieras y advirtiera sobre el deterioro de la situación macroeconómica en España.
La más afectada era Bankia, que se dejaba un 13,38 por ciento -la mayor caída del Ibex y de todo el mercado continuo- después de dar a conocer su plan de saneamiento, que implica una inyección de capital público de 19.000 millones de euros.
La elevada cuantía del saneamiento se debe a que contempla una provisión muy amplia, que abarca incluso a algunos créditos al consumo, lo que ha despertado la inquietud en el resto del sector.
A esto hay que añadir, según el analista de IG Markets Daniel Pingarrón, el hecho de que Rajoy no haya despejado en su comparecencia "la duda sobre el origen de los fondos que van a ser inyectados en Bankia", algo que a su juicio lastraba aún más la cotización de los bancos.
Fuentes del Gobierno aseguraron a Efe que la inyección de fondos en Bankia se hará mediante la emisión de deuda pública, después de que Rajoy descartara que España vaya a acudir al fondo de rescate europeo.