La bolsa volvió a encajar un duro golpe. El Ibex continuó en caída libre hasta desplomarse un 2,34 por ciento, moviéndose ajeno a la evolución del resto de Europa. Repsol y Bankia fueron los culpables de lastrar al selectivo.
Los títulos de la petrolera cedieron un 7,17 por ciento, mientras que la entidad bancaria intervenida por el Gobierno retrocedió un 16,25 por ciento. Mientras tanto, la prima de riesgo suavizó su escalada y ha cerrado en 509 puntos, pese haber llegado a situarse en los 515 a lo largo de la sesión.
Otra jornada negra para el Ibex. BBVA descendió un 2,62 por ciento y Santander, un 2,43 por ciento, que sumados a los recortes en Sabadell (-4,29 por ciento), Bankinter (-4,27 por ciento) y Popular (-3,33 por ciento) constataron las dudas de los inversores sobre si la banca española tendrá que acudir al fondo de rescate europeo. De hecho, cuatro bancos cotizados concentraron las 10 caídas más pronunciadas en la jornada.
Con siete valores en positivo, el Ibex cerró en 6.251,7, pues otros 'pesos pesados' tampoco contribuyeron a impulsar al índice. Telefónica cedió un 2,91 por ciento e Iberdrola descendió un 3,34 por ciento.
No obstante, las ganancias en el parqué español las lideró Arcelormittal, que se revalorizó un 3,76 por ciento, seguido de IAG, que repuntó un 3,68 por ciento. Ebro Foods subió un 0,82 por ciento, mientras que Acciona, Red Eléctrica, Gamesa e Inditex limitaron sus subidas por debajo del 0,5 por ciento.
Por su parte, Bankia lideró de nuevo las caídas de la banca, con otro desplome del 16,25 por ciento, justo un día después de que su matriz Banco Financiero y de Ahorros (BFA) declarara unas perdidas de 3.318 millones de euros en 2011.
En concreto, las acciones de Bankia cedieron hasta los 1,139 euros del precio de intercambio, con lo que el descalabro desde que saltó al parqué se profundizó al 69,6 por ciento.