Más de la mitad de los casos de acoso escolar a jóvenes homosexuales se iniciaron entre los 12 y los 15 años, la mayoría de los acosadores son compañeros varones y ocho de cada diez víctimas no informaron a sus familias de estas situaciones.
Son algunas de las conclusiones de una investigación elaborada por la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB) y el colectivo COGAM con los resultados de 653 encuestas, respondidas de forma anónima por internet por jóvenes que manifiestan estar sufriendo acoso en sus colegios.
Los responsables del estudio han destacado, con motivo del Día Internacional para la Prevención del Suicidio, la importancia de poner en marcha políticas educativas de prevención del acoso escolar homofóbico por el "alto" riesgo de suicidio entre las víctimas, la mitad de ellas acosadas a diario o frecuentemente.
El 43 por ciento de quienes rellenaron el cuestionario llegó a plantearse el suicidio, indica el estudio, que explica que entre quienes tuvieron la idea de quitarse la vida, el 81 por ciento llegó a planificarlo y el 17 por ciento a intentarlo.
Siete de cada diez jóvenes homosexuales sufrió el acoso durante más de un año, el 42 por ciento no recibió ayuda frente al acoso en su centro educativo y el 11 por ciento asegura haberlos recibido de profesores, señala.
El acoso genera en las víctimas sentimientos de humillación (63 por ciento), impotencia (60 por ciento), rabia (59 por ciento), tristeza (59 por ciento), incomprensión (57 por ciento), soledad (53 por ciento), vulnerabilidad (50 por ciento) y aislamiento (50 por ciento), concreta el informe.
De los jóvenes encuestados online, el 82 por ciento no informó del acoso escolar homofóbico a la familia, y de los que sí lo hicieron, en el 73 por ciento de los casos fue la madre quien les ayudó.
"Hay un grave problema homofóbico en las escuelas y está instalado en cada uno de nuestros centros", ha asegurado Jesús Generelo, de la FELGTB.