El presidente de la Generalitat, Artur Mas, convocará el próximo 12 de diciembre una cumbre ante la "amenaza" que supone la reforma que ha anunciado el ministro de Educación, José Ignacio Wert, contra del modelo educativo catalán. Además, la consejera de Enseñanza catalana, Irene Rigau, abandonó la reunión de la Conferencia Sectorial de Educación y amenazó con llevar la reforma al Tribunal Constitucional.
El portavoz del Gobierno catalán, Francesc Homs, adelantó ayer que Mas celebrará la cumbre en el Palau de la Generalitat y asistirán Oriol Junqueras (ERC), Pere Navarro (PSC) y Joan Herrera (ICV-EUiA), además de la permanente del Consejo Escolar de Cataluña.
Asimismo, destacó que, pese a que el Ejecutivo está en funciones, su propósito es garantizar que en Cataluña se mantenga la inmersión lingüística como hasta ahora, mientras que la reforma supone cruzar una "línea roja". "No ahorraremos ni energías ni fuerza ni capacidad institucional para hacer frente a esta ofensiva", agregó.
A su juicio, el modelo educativo en Cataluña "nos ha funcionado como país muy bien durante más de 30 años", ya que se garantiza la cohesión social de Cataluña y que no se discriminen a los alumnos por razones lingüísticas.
Dicho esto, indicó que Mas únicamente ha mantenido contactos con los partidos que defienden la inmersión lingüística: CiU, PSC, ERC e ICV-EUiA. Por contra, no ha habido contactos con el PP y C's, partidos que critican el modelo educativo.
Para Homs, hay una "clara ofensiva por parte del Gobierno en relación a la lengua catalana y a la inmersión lingüística". Además, considera que la reforma de Wert es la más contundente en contra del catalán que se ha planteado en democracia.
Con reformas como la LEC, se hacen "cada vez más difíciles" que el Gobierno de Artur Mas pueda tener relaciones institucionales con el Ejecutivo de Mariano Rajoy, y ha indicado que el ministro Wert, con sus propuestas, cruza unos límites que no son los de la propia Generalitat, sino los de toda Cataluña en su conjunto.
"Sólo se puede plantear desde el desconocimiento absoluto o desde la mala fe" una reforma como la que plantea el ministro, indicó Homs, expresando su deseo de incorporar a las CUP en esta mayoría en defensa del modelo educativo catalán.
Por otro lado, el gobierno catalán anunció en un comunicado que el Secretario de Universidades e Investigación, Antoni Castellà, no asistirá a la reunión de este miércoles de la Conferencia General de Política Universitaria con el ministro de Educación Wert.
El anteproyecto de Ley de Mejora de Calidad Educativa (LOMCE) establece como asignaturas troncales el castellano y la literatura en este idioma, mientras que las lenguas cooficiales pasan a ser asignatura de especialidad, que deberán cursar obligatoriamente los alumnos en las comunidades donde se hablen.
Los padres o tutores tendrán derecho a escoger la lengua vehicular de la enseñanza que reciban sus hijos. En caso de que no exista oferta docente pública o concertada en la lengua vehicular elegida en la localidad de residencia de los alumnos, los padres podrán escolarizar a sus hijos en centros privados, correspondiendo a la administración educativa sufragar los gastos de escolarización.
Por su parte, Rigau abandonó la reunión de la Conferencia Sectorial de Educación, en la que estaba el ministro Wert y los consejeros autonómicos, alegando que el borrador presentado por el Ministerio de Educación "no se ha discutido con nadie" y vulnera el Estatuto de Cataluña en relación con la Ley de Educación.
Tras abandonar la reunión, indicó que su marcha se ha debido a que no quiere que quede la sensación de que Cataluña ha participado en la negociación del texto de la reforma educativa.
De hecho, destacó que intentando "corregir" el texto inicial, el ministro ha presentado un nuevo documento, introduce novedades respecto al borrador del lunes como la obligatoriedad de examinarse de catalán para lograr los títulos de ESO y Bachillerato, pero que aún resulta insuficiente para poder llegar a un acuerdo con la Generalitat.
Por ello, amenazó con ir al TC si no se retira el proyecto de ley que elimina el rango de troncalidad del catalán en la enseñanza. No obstante, Rigau confía en que el texto presentado se retire y además dij que a este proyecto le queda un gran camino por delante -volver al Consejo Escolar y llegar al Congreso-por lo que espera que cada uno defienda su posición y que se haga con lealtad institucional.
Por su parte, Wert afirmó, tras presidir la Conferencia Sectorial de Educación, que el anteproyecto de LOMCE no modifica el modelo lingüístico, ni "minusvalora" la lengua catalana. "En la reforma no hay ningún elemento que minusvalore la importancia del catalán. Se ha dicho desde el Gobierno de Cataluña que lo que se propone va a en contra de la inmersión lingüística. Eso es radicalmente falso", aseguró y recordó que lo que plantea el borrador es "lo mismo" que han sentenciado el Tribunal Supremo y el Constitucional.